Cartas al director

Iluminar las calles de Benicàssim

El llamado Camino de Villarroig fue transformado en vía pública bien iluminada con los dineros que el Ayuntamiento de Benicàssim tuvo a bien cobrar a los vecinos. Con lo cual, ahora aparece bien visible la maleza y basura de la parcela que bordea, por la izquierda, el primer tramo de la actual calle Camino de Villarroig. ¿Cómo a un Ayuntamiento que se precia tanto de iluminar y mejorar las vías públicas pueden pasarle desapercibidos estos matorrales que no sólo malpagan a los vecinos los sacrificios exigidos, sino que además constituyen un claro riesgo de posibles incendios y una evidente guar...

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El llamado Camino de Villarroig fue transformado en vía pública bien iluminada con los dineros que el Ayuntamiento de Benicàssim tuvo a bien cobrar a los vecinos. Con lo cual, ahora aparece bien visible la maleza y basura de la parcela que bordea, por la izquierda, el primer tramo de la actual calle Camino de Villarroig. ¿Cómo a un Ayuntamiento que se precia tanto de iluminar y mejorar las vías públicas pueden pasarle desapercibidos estos matorrales que no sólo malpagan a los vecinos los sacrificios exigidos, sino que además constituyen un claro riesgo de posibles incendios y una evidente guarida de todo tipo de residuos? Esta situación ha ido empeorando a lo largo de dos años y nos preguntamos cuánto tiempo necesita el Ayuntamiento de Benicàssim para decidirse a aplicar la legislación vigente en este tipo de cuestiones.- Andrea Rojas Luján.

Batalla por las tarifas de Internet

Levanto mi protesta un minuto después de haber concluido la última huelga, en la que también he colaborado. El dios de las pequeñas cosas no habla de la novela que hemos leído, habla de la pasión desarrollada en la red imperial que nos tiene enganchados a todos en las crueles zarpas de la harpía. Este e-mail que ahora escribo para denunciar la descabellada tarifa que nos ha plantado Telefónica, me costará más caro que el clásico sello de correos. Veces hay en las que prefiero enviar el mensaje a través de una botella de ron vacía, aunque resulte más primitivo y menos espectacular. Lo encuentro también más romántico, la verdad. El sabor del ron me trae sensaciones de piratería, y en el umbral del siglo XXI ya sabemos los siete mares por los que navegan y quiénes están al timón. Frente a este destarifado timón, a los internautas sólo nos queda la metáfora con que adornar nuestra palabra. La metáfora es que Telefónica es la madame a la que pagamos el desmesurado precio por deslizarnos entre la polvareda virtual del amor y quedarnos con el rostro embobado ante su embustera seducción..., puesto que toda vez que le hemos tomado el gustillo, Ella, La Única, Telefónica nos la resbala con mantequilla. Ni Marlon Brando, xé.- Juanvi Mena. Alaquàs.

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