ELECCIONES EN ALEMANIA

Nadie quiere contar con el apoyo de los ex comunistas

Los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS), herederos del siniestro Partido Socialista Unificado (SED, comunista), que implantó el régimen prusiano-estalinista en la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), se juegan su futuro y pueden decidir también sobre el Gobierno en Bonn en tres distritos electorales del este de Berlín.Los votos de los diputados del PDS se consideran tabú y se encuentran sometidos a cuarentena. Socialdemócratas (SPD) y Los Verdes aseguran que no cuentan con ellos para elegir canciller. Esta cuarentena, impuesta a los posibles diputados del PD...

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Los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS), herederos del siniestro Partido Socialista Unificado (SED, comunista), que implantó el régimen prusiano-estalinista en la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), se juegan su futuro y pueden decidir también sobre el Gobierno en Bonn en tres distritos electorales del este de Berlín.Los votos de los diputados del PDS se consideran tabú y se encuentran sometidos a cuarentena. Socialdemócratas (SPD) y Los Verdes aseguran que no cuentan con ellos para elegir canciller. Esta cuarentena, impuesta a los posibles diputados del PDS, reduce las posibilidades de formar coaliciones si los poscomunistas consiguen entrar en el futuro Bundestag.

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La ley electoral alemana exige para alcanzar escaños superar la barrera fatídica del 5%. Si no se alcanza ese 5%, esos votos se pierden, salvo que el partido en cuestión consiga tres mandatos directos, es decir, que tres candidatos sean los más votados en otros tantos distritos. En ese caso, si se consiguen tres distritos por ser los diputados más votados, la cláusula del 5% no rige y todos los votos se contabilizan para fijar el número de escaños.

Por esta vía, el PDS consiguió en 1994 entrar en el Bundestag con 30 diputados, aunque sólo logró un 4,4% de votos. En sus feudos del este de Berlín y de la desaparecida RDA, el PDS es una fuerza política considerable, la tercera y en ocasiones la segunda.

En esos tres o cuatro distritos electorales se decide si el PDS entra o no en el Bundestag con un grupo parlamentario fuerte, que, por mor de la cuarentena, puede obligar a una gran coalición. Socialdemócratas y Verdes deben cumplir su promesa e ignorar los votos del PDS, pero eso no significa que esos votos no existan.

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