EL DEBATE DEL ABORTO

Manifestaciones enfrentadas ante las puertas del Congreso

El "ultra" Sáenz de Ynestrillas intentó encadenarse a la valla

El debate en la calle no fue tan tranquilo. Los partidos de izquierda y asociaciones de mujeres lograron concentrar alrededor de 400 personas en la plaza de las Cortes, justo en el momento en que empezaba la sesión sobre el aborto. Encajonados entre vallas -la plaza está en obras- y rodeados por la policía, percibieron varias visitas, nada amables, de grupos antiabortistas. De organizaciones Provida cercanas a la Iglesia Católica y de la Alianza para la Unidad de España (AUE), el grupo ultraderechista que encabeza Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Estas contramanifestaciones no estaban autorizadas...

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El debate en la calle no fue tan tranquilo. Los partidos de izquierda y asociaciones de mujeres lograron concentrar alrededor de 400 personas en la plaza de las Cortes, justo en el momento en que empezaba la sesión sobre el aborto. Encajonados entre vallas -la plaza está en obras- y rodeados por la policía, percibieron varias visitas, nada amables, de grupos antiabortistas. De organizaciones Provida cercanas a la Iglesia Católica y de la Alianza para la Unidad de España (AUE), el grupo ultraderechista que encabeza Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Estas contramanifestaciones no estaban autorizadas.Fue una tarde de escaramuzas y consignas. De jóvenes arrodillados rezando sus letanías frente a los que coreaban lemas como "derecha asesina, no nos hable de la vida" o "Aznar tranquilo, no es retroactivo". Y de lluvia.

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El incidente más grave se produjo antes de comenzar el debate, cuando tres dirigentes de la AUE, entre ellos el propioYnestrillas, fueron detenidos en el momento en que intentaban encadenarse a la valla del Congreso.

El resto de la tarde fue un tira y afloja entre los manifestantes de distinto signo, siempre separados por la policía. Para los proabortistas, la presencia de las otras organizaciones fue "una continua provocación". No entendían por qué se permitía a los jóvenes católicos estar allí si su concentración no había sido autorizada. "Esto introduce un nivel de violencia que no viene a cuento", se quejaba Justa Montero, de la Comisión Proderecho al Aborto.

Pero lo que más molestó a las organizaciones convocantes fue la simple comparación. Un día antes 2.000 antiabortistas pudieron llegar hasta la puertas del Congreso. Ayer ni siquiera quedó interrumpido el tráfico.

Esta circunstancia provocó una queja del Grupo Parlamentario Socialista al presidente del Congreso, Federico Trillo.

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