Cartas al director

La tregua

Qué bonito se pone Euskadi llegando el otoño, las hojas de los árboles rojas, casi a reventar. Esta mañana, 17 de septiembre, todos nos mirábamos con una sonrisa y nos sentíamos bien, casi arrebolados. Hoy, en mi paseo matinal habitual, la panadera, el frutero y la aspirante a actriz me han sonreído con los ojos. A la inquisitiva pregunta de "¿Qué?", hasta ahora terrible por lo desolador de la presumible respuesta, hoy me han respondido con un parco "A ver".Esta mañana, 17 de septiembre, en el quiosco de periódicos del parque ya no quedaban ejemplares de Euskadi Información, como casi de n...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Qué bonito se pone Euskadi llegando el otoño, las hojas de los árboles rojas, casi a reventar. Esta mañana, 17 de septiembre, todos nos mirábamos con una sonrisa y nos sentíamos bien, casi arrebolados. Hoy, en mi paseo matinal habitual, la panadera, el frutero y la aspirante a actriz me han sonreído con los ojos. A la inquisitiva pregunta de "¿Qué?", hasta ahora terrible por lo desolador de la presumible respuesta, hoy me han respondido con un parco "A ver".Esta mañana, 17 de septiembre, en el quiosco de periódicos del parque ya no quedaban ejemplares de Euskadi Información, como casi de ninguna otra cabecera. La ciudadanía vasca necesitaba leerlo, verlo impreso para sentirlo bien, dentro. Y así ha sido, creo que lo vamos sintiendo. El quiosquero, por su parte, me ha mirado y ha torcido el gesto. Yo le he contestado: "Que sí, que ahora sí". A lo único que temo ahora es a los políticos, pero quiero creer firmemente en la mayoría de edad de la democracia. Sé que en muchas sedes de Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Madrid comienzan a frotarse las manos y buscar pechos honrosos donde colgar medallas. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y todos necesitan héroes. Es connatural al ser humano. Sólo espero que esos elegidos, con la pechera cargada de chatarras, no traicionen a la panadera, ni a la aspirante a actriz, ni al frutero, ni al vendedor de periódicos. Lo espero.

Más información

Ojalá a partir de ahora seamos sólo lo que somos y lo que desde fuera bienintecionadamente se nos adjudica, sin aditamentos, sin suspicacias, sin retos a la estupidez. Ojalá a partir de hoy,de esta mañana, a los foráneos

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

sólo se les ocurra preguntarnos por el Guggenheim, por La Concha o por el bacalao de Bermeo. Ojalá no me despierte el día 26 de octubre bañado en sudor y creyendo que todo era un espejismo colectivo o un perfecto engaño. Ojalá nos dejen creer en los sueños cotidianos.- . .

Archivado En