Simula su secuestro y reclama a su padre tres millones como rescate

El hijo de un industrial asturiano, de 20 años de edad, simuló esta semana su secuestro y reclamó a su padre un rescate de tres millones de pesetas. Con ese dinero pretendía, al parecer, pagar una deuda que había contraído con dos conocidos suyos, de 19 y 22 años, que le ayudaron en la operación. La policía detuvo a los tres jóvenes cuando se disponían a cobrar el dinero en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón de Madrid, y los acusa de extorsión y simulación de delito. Los arrestados son el autosecuestrado Francisco Javier S. A.; Francisco L. G. y Óscar L. G., este último con anteced...

El hijo de un industrial asturiano, de 20 años de edad, simuló esta semana su secuestro y reclamó a su padre un rescate de tres millones de pesetas. Con ese dinero pretendía, al parecer, pagar una deuda que había contraído con dos conocidos suyos, de 19 y 22 años, que le ayudaron en la operación. La policía detuvo a los tres jóvenes cuando se disponían a cobrar el dinero en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón de Madrid, y los acusa de extorsión y simulación de delito. Los arrestados son el autosecuestrado Francisco Javier S. A.; Francisco L. G. y Óscar L. G., este último con antecedentes por atraco y coacciones.El pasado miércoles, un industrial con empresas en Miranda de Ebro (Burgos) y Guardamar (Alicante) recibió una llamada telefónica en la que un comunicante anónimo le informaba de que su hijo Francisco Javier había sido secuestrado por una "peligrosa" banda de narcotraficantes con la que tenía una deuda de varios millones de pesetas. En concreto, le reclamaron tres millones y le advirtieron: "Si no cumples con las condiciones impuestas, le verás muerto".

Ese mismo día, por la tarde, recibió una nueva llamada y al siguiente se le completaron las instrucciones. El supuesto secuestrador le pidió que llevase los tres millones a Madrid y que a una hora determinada esperase en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón.

Avisada, la policía montó un amplio dispositivo en el lugar fijado para la cita. Así, detuvo a dos de los jóvenes en cuanto abordaron al empresario, que se había presentado con el dinero dentro de un maletín. El otro, que esperaba a sus compañeros en un coche aparcado, fue reducido a continuación.