Unánime respaldo de la Ejecutiva del PSOE al escrito de Borrell
El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, no tuvo ayer problema alguno para que sus cuatro folios de declaración política contaran con el acuerdo de sus compañeros de la comisión ejecutiva federal. Sólo hubo algunas aportaciones de fondo al apartado del terrorismo, en tanto que los demás aspectos apenas sufrieron leves modificaciones de estilo. El equilibrio entre la apuesta por el futuro y los elogios al pasado satisfizo a todos, hasta el punto de que un miembro de la Ejecutiva llegó a decir que Borrell había logrado "la cuadratura del círculo".Borrell ha dejado par...
El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, no tuvo ayer problema alguno para que sus cuatro folios de declaración política contaran con el acuerdo de sus compañeros de la comisión ejecutiva federal. Sólo hubo algunas aportaciones de fondo al apartado del terrorismo, en tanto que los demás aspectos apenas sufrieron leves modificaciones de estilo. El equilibrio entre la apuesta por el futuro y los elogios al pasado satisfizo a todos, hasta el punto de que un miembro de la Ejecutiva llegó a decir que Borrell había logrado "la cuadratura del círculo".Borrell ha dejado para hoy la segunda parte de sus objetivos. El Grupo Parlamentario Socialista recibirá un documento exhaustivo de la opinión del candidato sobre la gestión del Gobierno, parcela por parcela, de la que nada se salva.
Algunos miembros de la Ejecutiva temían que Borrell introdujera en sus comentarios elementos que dieran pie para decir que "renegaba del pasado" o se alejaba de la línea que estos días ha mantenido la ejecutiva federal en torno al encarcelamiento de José Barrionuevo y Rafael Vera. Borrell, que ha elaborado de su puño y letra esta declaración, comprendió, según fuentes de la Ejecutiva, que no podía sumarse a aquellos que le pedían que no fuera al acto de despedida de Barrionuevo y Vera, en la prisión de Guadalajara, porque podría herir los sentimientos de miles de militantes que consideraban irrenunciable su presencia.