Borrell exige al presidente del Gobierno que "deje de hacer de don Tancredo"

José Borrell, candidato electoral socialista, reiteró ayer la propuesta del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, para que el Gobierno plantee una última oferta a ETA para el abandono definitivo de las armas y emplazó al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, a que tome la iniciativa y "deje de hacer de don Tancredo". Borrell participó junto a varios miles de afiliados de Asturias y León en la fiesta minera de Rodiezmo (León) y cosechó su mayor ovación cuando proclamó su convencimiento de la inocencia de José Barrionuevo.

El candidato socialista se sumó a la multitudinaria ...

José Borrell, candidato electoral socialista, reiteró ayer la propuesta del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, para que el Gobierno plantee una última oferta a ETA para el abandono definitivo de las armas y emplazó al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, a que tome la iniciativa y "deje de hacer de don Tancredo". Borrell participó junto a varios miles de afiliados de Asturias y León en la fiesta minera de Rodiezmo (León) y cosechó su mayor ovación cuando proclamó su convencimiento de la inocencia de José Barrionuevo.

El candidato socialista se sumó a la multitudinaria fiesta que el sindicato asturiano SOMA-FIA-UGT organiza cada año en Rodiezmo. Allí fue aclamado como futuro presidente del Gobierno. En este escenario, José Borrell acusó a los dirigentes del PP de "profunda perversión moral" por la utilización que han hecho del caso GAL, convirtiéndolo en "un instrumento de intento de destrucción del adversario", a sabiendas, como demuestran los documentos revelados por la Cadena SER, de que la guerra sucia había comenzado mucho antes de que el PSOE llegara al Gobierno. Borrell reiteró la propuesta del secretario general socialista, Joaquín Almunia, para que el Gobierno haga una oferta con límite de tiempo a ETA para el abandono definitivo de las armas. "La única esperanza para los demócratas es que los violentos pierdan toda esperanza de sacar partido del uso de la violencia y de obtener con ella lo que no lograrían en las urnas. Lo que hemos dicho a José María Aznar es que no siga haciendo de don Tancredo, que no siga parapetado en el no sé-no contesto, y que tiene la obligación de encabezar la unidad de los demócratas y empezar a hacer un puente, no para encontrarse con ETA a mitad de camino, sino para declarar la paz y permitir a los violentos que se unan a la democracia", apuntó Borrell.En su opinión, "el Gobierno tiene que asumir su responsabilidad. Hay que decirle a ETA que esta historia se ha acabado; que después del fin de la lucha armada en Irlanda no queda en Europa ningún otro foco; que a tiros no modificará nuestra posición, y que está perdiendo la base social, como demuestra que, estando en la cárcel la dirección de Herri Batasuna y habiéndose cerrado Egin, no haya pasado nada".

A juicio de Borrell, el PP "ha dado pruebas de profunda perversión moral en todo el tratamiento jurídico y político de los GAL". "En los documentos desvelados estos días se comprueba claramente que el fenómeno de la guerra sucia contra ETA es muy anterior a la llegada de los socialistas al Gobierno, y los dirigentes del PP lo sabían perfectamente", sostuvo el candidato socialista. "Esos documentos", agregó, "ponen de relieve la repugnante perversión moral de quienes, teniendo información suficiente para saber lo que había ocurrido y desde cuándo, han concentrado todas sus energías en destruir al adversario, en crear daño a la capacidad de la democracia para luchar contra los terroristas y en tratar de culpar sólo a unas personas y sólo a un partido político".

Pero Borrell no es partidario de ahondar en el pasado. "Esa actitud de perversión moral no nos debe llevar a plantear ahora cuestiones que pertenecen al pasado. Este país tiene que superar eso y tiene que afrontar los problemas del presente porque, mientras seguimos discutiendo qué pasó en 1979, hay problemas económicos, de construcción europea, de lucha contra el terrorismo, del Estado de las autonomías sin resolver y de los que tenemos que ocuparnos, aunque recordando siempre que ha habido acontecimientos explotados políticamente sin vergüenza ni pudor por quienes sabían mejor que nadie lo que había pasado desde 1979, porque tenían gente en el Gobierno que se lo podía haber contado, y que han preferido falsear la realidad y concentrar el ataque político contra unas personas y un partido". Calurosamente acogido por miles de mineros, el candidato suscitó la mayor ovación cuando proclamó la inocencia de José Barrionuevo y juzgó como "lamentable" que "un ministro de la democracia ingrese en la cárcel por una condena injusta y otros, en cuyos mandatos ocurrieron las mismas cosas, pasen por demócratas".