El hielo en la Luna es diez veces más abundante de lo que creían los científicos

El análisis de los datos de la "Lunar Prospector" indica que rellena cráteres en los polos

El hielo en la Luna, si existe, se encuentra acumulado en cráteres de los polos sur y norte, según los científicos que analizan los datos procedentes de la nave Lunar Prospector, en órbita de la Luna. En total habría unas 3.000 millones de toneladas métricas de agua. Estos datos, publicados hoy en la revista Science, modifican el primer cálculo de que el hielo formaba charcos de poca profundidad, y multiplican por 10 la cantidad máxima de agua adelantada por la NASA cuando anunció el pasado mes de marzo la existencia de hielo en la Luna.

De todas formas los científicos no pueden estar s...

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El hielo en la Luna, si existe, se encuentra acumulado en cráteres de los polos sur y norte, según los científicos que analizan los datos procedentes de la nave Lunar Prospector, en órbita de la Luna. En total habría unas 3.000 millones de toneladas métricas de agua. Estos datos, publicados hoy en la revista Science, modifican el primer cálculo de que el hielo formaba charcos de poca profundidad, y multiplican por 10 la cantidad máxima de agua adelantada por la NASA cuando anunció el pasado mes de marzo la existencia de hielo en la Luna.

De todas formas los científicos no pueden estar seguros de que hay agua en la Luna, porque infieren su presencia mediante un método indirecto, la medida del número de neutrones de distintas energías que emanan de la superficie lunar cuando es impactada por rayos cósmicos; y es la primera vez que se utiliza este método en la exploración planetaria.En los artículos científicos que se publican hoy en Science como primer balance de la misión Lunar Prospector, los analistas se siguen inclinando por achacar las medidas de neutrones que obtienen en algunas zonas de los polos lunares a la presencia de hidrógeno, y creen que el hidrógeno se encuentra combinado con oxígeno como moléculas de agua helada en regiones de cráteres cercanas a los polos donde nunca da el Sol. Pero, dado que se dirigen a otros científicos y que sus artículos han sido publicados tras haber pasado una revisión por sus colegas, los analistas de la Lunar Prospector también intentan contestar a las críticas recibidas y reconocen que el hidrógeno podría deberse al viento solar, aunque en este caso debería estar en la superficie y los nuevos análisis indican que se encuentra bajo tierra.

También es verdad que los primeros indicios de hielo en la Luna los dio la nave Clementine en 1994 y que entonces la mayor parte del agua parecía encontrarse en el polo Sur, mientras que ahora parece haber más en el polo Norte (un 15% más). En este caso, la explicación sería que parte del hielo se derrite en verano y no es detectado de esta forma.

"Los datos indican claramente dónde se encuentra el hidrógeno", afirma William C. Feldman, del Laboratorio Nacional de Los Alamos, donde se construyó el instrumento utilizado para detectar el agua lunar. "Está localizado en puntos cercanos a los polos y tiene que estar enterrado como a medio metro o así. Al hacer los primeros cálculos pensamos que el agua se encontraba distribuida por toda la zona abarcada por el instrumento de medida de una vez (un cuadrado de unos 200 kilómetros de lado). Al recibir más datos, hemos visto que no está distribuida sino concentrada". Así que en vez de ser una fina capa helada, puede haber bolsas de agua helada, cuyo origen estaría en el hielo traído por los cometas que se han estrellado contra la Luna a lo largo de su historia.

Alan Binder, el científico jefe de la misión, señala como hitos hasta ahora, además de la detección de hidrógeno, que se están conociendo con detalle la composición mineralógica, los campos magnéticos y la gravedad lunares. También se han detectado siete nuevas anomalías en la gravedad de la Luna y se sabe asimismo que el núcleo lunar es rico en hierro y tiene 300 kilómetros de radio

Campos magnéticos

En cuanto a los campos magnéticos, los primeros cuatro meses de datos procedentes de la Lunar Prospector apoyan fuertemente la teoría de que impactos de meteoritos gigantes hace miles de millones de años crearon áreas de fuertes campos magnéticos en el lado opuesto, según han publicado científicos de la NASA y de la Universidad de California. "Hemos analizado datos de casi toda la superfice de los dos mayores cráteres de impacto, Mare Imbrium y el Mar de la Serenidad, y la correlación con los débiles campos magnéticos observados por los astronautas de las misiones Apolo hace 25 años todavía es buena", dice el investigador Robert Lin. "Regiones de fuerte campo magnético cubren depresiones enteras en los antípodas de los puntos de impacto, lo que indica que el magnetismo tiene algo que ver con estos grandes impactos". La Luna no tiene campo magnético global similar al de la Tierra, causado por una dínamo interna.La pequeña nave Lunar Prospector es la primera misión de la NASA a la Luna tras 25 años de ausencia. Fue lanzada el 6 de enero de este año y se encuentra en órbita de la Luna desde mediados del mismo mes a 100 kilómetros de altura. Con anterioridad estudió el satélite la nave Clementine del Departamento de Defensa.

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