Irak estuvo cerca de lograr la bomba atómica antes de la guerra del Golfo

El régimen de Sadam Husein estuvo a "unos pocos meses" de obtener una rudimentaria bomba atómica antes de que estallara la guerra del golfo Pérsico, en 1991, pero los bombardeos aéreos lo impidieron, según un científico iraquí que huyó de Bagdad en 1994 y sólo recientemente logró el estatuto de refugiado en Estados Unidos. La peripecia personal de Jidir Abdulabás Hamsa y sus declaraciones al respecto aparecían ayer en el diario The New York Times. Hamsa se muestra convencido de que Sadam Husein intentará reanudar los esfuerzos para obtener la bomba atómica si concluyen las inspecciones que l...

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El régimen de Sadam Husein estuvo a "unos pocos meses" de obtener una rudimentaria bomba atómica antes de que estallara la guerra del golfo Pérsico, en 1991, pero los bombardeos aéreos lo impidieron, según un científico iraquí que huyó de Bagdad en 1994 y sólo recientemente logró el estatuto de refugiado en Estados Unidos. La peripecia personal de Jidir Abdulabás Hamsa y sus declaraciones al respecto aparecían ayer en el diario The New York Times. Hamsa se muestra convencido de que Sadam Husein intentará reanudar los esfuerzos para obtener la bomba atómica si concluyen las inspecciones que lleva a cabo la ONU. El científico, la autoridad iraquí en materia nuclear más importante que ha desertado hasta ahora, cuenta que su país trabajó de forma secreta durante tres décadas para obtener la bomba y que dedicó a ese proyecto enormes cantidades de dinero.

A pesar de sus conocimientos sobre el programa nuclear iraquí, la llegada de Hamsa a Estados Unidos no fue fácil. Cuando hace cuatro años abandonó Irak, vía el Kurdistán, los agentes de los servicios secretos norteamericanos que le entrevistaron no tenían ni idea de quién era. Sorprendido y enfadado, se refugió en Libia, donde dio clases de física en la Universidad de Alzawiya. Pero los servicios secretos iraquíes le localizaron en 1995, lo que le obligó a escaparse a Túnez y de allí a Hungría.

Las declaraciones de Hamsa coinciden con una nueva confrontación entre Irak y la ONU, después de que Bagdad rechazase cooperar más con los inspectores de desarme. La prensa iraquí aseguró ayer no estar sorprendida de las noticias de que EEUU había intentado retrasar las inspecciones sorpresa para evitar enfrentamientos con Bagdad.

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