Reportaje:

La pugna Airbus-Boeing se recrudece

El consorcio europeo aventaja en número de pedidos y volumen al gigante de la aeronáutica de Seattle

Boeing, el primer fabricante de aviones de Estados Unidos, la tercera compañía en la producción de material de defensa y uno de los principales proveedores del Pentágono y de la NASA (Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio) de Estados Unidos, nunca imaginó que un consorcio formado a trancas y barrancas entre distintos Gobiernos europeos acabaría siendo a finales de siglo su mayor rival en la industria aeronáutica. Airbus Industries, integrado por la francesa Aérospatiale (37,9%), la alemana Daimler-Benz Aerospace (37,9%), la británica British Aerospace (20%) y la española Con...

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Boeing, el primer fabricante de aviones de Estados Unidos, la tercera compañía en la producción de material de defensa y uno de los principales proveedores del Pentágono y de la NASA (Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio) de Estados Unidos, nunca imaginó que un consorcio formado a trancas y barrancas entre distintos Gobiernos europeos acabaría siendo a finales de siglo su mayor rival en la industria aeronáutica. Airbus Industries, integrado por la francesa Aérospatiale (37,9%), la alemana Daimler-Benz Aerospace (37,9%), la británica British Aerospace (20%) y la española Construcciones Aeronáuticas (4,2%), está ganando terreno a Boeing en todo el mercado internacional. Las mayores hazañas de Airbus en su competencia con Boeing fueron, por orden cronológico, la venta de 48 aeronaves a United Airlines en 1996 y otras 30 en 1998; un contrato para entregar 179 aparatos a tres aerolíneas latinoamericanas, y la venta de 30 aviones a US Airways. Con estas operaciones, Airbus entra en dos mercados naturales de Boeing, el estadounidense y el latinoamericano. A estas ventas se añaden las órdenes de Iberia, Air France y Sabena de 76, 40 y 36 aparatos, respectivamente.

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Dominio europeo

A 1 de julio de 1998, el consorcio europeo había recibido 287 órdenes de compra en firme por parte de las compañías aéreas por un valor de 18.700 millones de dólares (2,88 billones de pesetas), lo que ha representado el 52% del mercado durante el primer semestre del año. En el mismo periodo, Boeing ha recibido 282 órdenes, que incluyen los aparatos de McDonnell Douglas, con la que se fusionó el año pasado, y alcanzan un valor total de 17.702 millones (2,72 billones de pesetas). La respuesta del gigante estadounidense no se ha hecho esperar, y esta misma semana anunciaba un nuevo plan de ajuste de plantilla con objeto de mejorar los beneficios y recortar los costes para poder afrontar un proceso de renovación en todas sus factorías. Boeing despedirá a 28.000 trabajadores hasta finales de 1999, cerca del 12% de su plantilla. "Estamos adecuando estratégicamente nuestras operaciones a la realidad de negocio mundial", declaró Phil Condit, presidente de Boeing.

El gigante de Seattle ha ganado 39.150 millones de pesetas netos durante el primer semestre del año, un 46% menos respecto al mismo periodo de 1997. En ese año, Boeing anunció pérdidas por primera vez en 50 años. La caída de los beneficios se debió, según la empresa, a los problemas de producción de su modelo 737 y a la crisis asiática, que ha provocado un recorte de la producción del modelo B-777, pensado especialmente para este mercado. Según un estudio de la firma estadounidense, el tráfico aéreo crecerá una media del 4,9% anual en los próximos 20 años. Por regiones, la previsión para Europa es del 4,1%; un 2,9% para Norteamérica; el sureste asiático crecerá un 6,5%, y América Latina, un 7,4%. En estos dos últimos mercados, los de mayor previsión de crecimiento, es donde ambos fabricantes librarán la batalla más cruenta.

Bruce Dennis, vicepresidente de marketing de Boeing, declaró que "el futuro del mercado de aviones comerciales se encuentra claramente fuera de Estados Unidos", y añadió que "tres de cada cuatro dólares que se destinan a la compra de nuevos aviones serán invertidos por compañías no estadounidenses en los próximos 20 años".

Grandes clientes

Boeing y Airbus esperan que, hasta el año 2017, las líneas aéreas de todo el mundo añadan a sus flotas entre 17.650 y 17.900 aparatos, valorados en unos 190 billones de pesetas. De esta cantidad, se prevé que 64,6 billones procedan de aerolíneas asiáticas. Para los próximos 10 años, Boeing calcula que el valor del mercado para los aviones nuevos será de 80 billones de pesetas. Airbus prevé que, en los próximos 20 años, el 44% del total de los pasajeros que viajen por avión serán transportados por alguno de los cuatro grandes grupos de líneas aéreas que han forjado alianzas y acuerdos comerciales de colaboración en los últimos años: Star Alliance (que incluye a United, Lufthansa y SAS), American-British Airways (que incluye a Iberia y Quantas), Atlantic Excellence (donde participan Swissair, Air France, Sabena, TAP Portugal y Austrian) y Northwest-KLM-Continental. El fabricante estadounidense espera que la crisis asiática represente una reducción de los pedidos para todos los fabricantes de cerca de 150 aeronaves. Fuentes de Boeing aseguran que hasta el momento no ha habido cancelaciones de pedidos por parte de las aerolíneas asiáticas, pero sí solicitudes de aplazamiento para la entrega. Boeing ha calculado que el número de los llamados "aviones en riesgo" (aparatos cuyo pedido puede ser cancelado) es de 60 para los próximos tres años.

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