Un joven sufre quemaduras por el líquido de un bidón abandonado

Un joven de 15 años sufrió el pasado día 6 quemaduras en un pie al derramarse un bidón de ácido fluorhídrico que había sido abandonado en un solar del barrio de La Mina, entre los terrenos de la vieja fábrica Bultaco y la antigua vía férrea Barcelona-Mataró. Junto con el bidón de ácido había otros cuatro que contenían hidróxido de sodio, más conocido como sosa cáustica. El menor fue asistido en el hospital de Vall d"Hebron, donde fue dado de alta, pero tuvo que volver debido al dolor que le producían las heridas. El padre del joven denunció el día 7 los hechos a la Policía Local de Sant Ad...

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Un joven de 15 años sufrió el pasado día 6 quemaduras en un pie al derramarse un bidón de ácido fluorhídrico que había sido abandonado en un solar del barrio de La Mina, entre los terrenos de la vieja fábrica Bultaco y la antigua vía férrea Barcelona-Mataró. Junto con el bidón de ácido había otros cuatro que contenían hidróxido de sodio, más conocido como sosa cáustica. El menor fue asistido en el hospital de Vall d"Hebron, donde fue dado de alta, pero tuvo que volver debido al dolor que le producían las heridas. El padre del joven denunció el día 7 los hechos a la Policía Local de Sant Adrià y una patrulla se desplazó al lugar del suceso, donde encontró los cinco bidones de plástico, con capacidad para unos 60 litros. En tres de los bidones de sosa cáustica el contenido ya se había solidificado, mientras que en el cuarto todavía estaba en estado líquido. El ácido que contenía el quinto bidón, y que causó las heridas del menor, estaba parcialmente derramado en el suelo del solar. Posteriormente, se personó en el descampado una bióloga de la Junta de Residuos de la Generalitat, que ordenó el traslado de los bidones a unas instalaciones apropiadas. Técnicos de la Policía Local han explicado que el ácido fluorhídrico es un líquido muy corrosivo y peligroso que puede llegar a ser mortal ya que produce heridas perforantes y, junto con los otros líquidos encontrados, se utiliza principalmente para hacer dibujos en vidrio y trabajos en aluminio. De momento se desconoce a quién pertenecían los bidones, que se encontraban en bastante mal estado, pero las fábricas de los alrededores han negado ser las propietarias. Recientemente, un ciudadano de Badalona fue condenado a 15 meses de cárcel y a pagar una multa de 300.000 pesetas por deshacerse de ocho bidones llenos de sustancias tóxicas que había encontrado en un local de su propiedad.

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