Tribuna:

Desconfianza

La esperada reacción técnica, casi inevitable tras la recuperación de Wall Street en la tarde del lunes, se vino abajo ante la enorme desconfianza de los inversores. Las crisis de Japón y de Rusia parecen impermeables a las recetas occidentales y, por tanto, siguen en estado latente a la espera de soluciones de compromiso.

El mercado español aportó como argumento a la inestabilidad general un nivel de negocio bajo y del que una cuarta parte proviene de las aplicaciones. La contratación del mercado continuo fue de 106.717 millones de pesetas, una cifra que resulta insuficiente para inten...

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La esperada reacción técnica, casi inevitable tras la recuperación de Wall Street en la tarde del lunes, se vino abajo ante la enorme desconfianza de los inversores. Las crisis de Japón y de Rusia parecen impermeables a las recetas occidentales y, por tanto, siguen en estado latente a la espera de soluciones de compromiso.

El mercado español aportó como argumento a la inestabilidad general un nivel de negocio bajo y del que una cuarta parte proviene de las aplicaciones. La contratación del mercado continuo fue de 106.717 millones de pesetas, una cifra que resulta insuficiente para intentar cualquier cosa que no sea resistir la presión vendedora.

La rentabilidad de la deuda a 10 años abrió la sesión a la baja, en un juego complicado de trasvases de dinero con la renta variable. Mientras que la bolsa subía, la renta fija aportó los fondos para realizar nuevas compras, pero después se invirtió la tendencia en ambos mercados y los fondos que salieron de la bolsa fueron a parar a la deuda.

Al final de la sesión se volvía a tocar el mínimo histórico en rentabilidad, el 4,91%, pero sin que el diferencial con la deuda alemana registrara cambio alguno. Los 0,27 puntos que separan ambos bonos parecen una barrera insalvable, por más que la tendencia a la baja de la deuda alemana sea seguida al pie de la letra por la española.

La diferencia entre la situación alemana y española es que aquí hay 0,66 puntos de margen entre la rentabilidad a 10 años y a 10 días, mientras que en Alemania es de 1,34 puntos, y es evidente que la presión está de este lado.

La bolsa norteamericana abrió con numerosos altibajos, producto de la publicación del índice del mes de julio de confianza de los consumidores, que registró un descenso de casi tres puntos. Al cierre perdió 93,46 puntos (1,04%) y se situó en 8.934,78. La buena marcha de la economía de Estados Unidos empieza a ser cuestionada debido al temor que despierta la inflación, y este fue el factor de peso de las recientes manifestaciones del presidente de la Reserva Federal.

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