Cartas al director

Un buen consulado

La última quincena del mes pasado nos encontrábamos de vacaciones por Europa, Avignon, Bregenz, pasando por Múnich, donde visitamos a un amigo, y después hasta Budapest, donde debíamos encontrarnos con otros amigos que venían de Londres.Pues bien, después de pasar unos días estupendos en la capital de Hungría, el día 24 nos invitaron a cenar en un restaurante típico de un pueblo precioso, Santendre, a unos veinte kilómetros de Budapest. Cuál no sería nuestra sorpresa y disgusto que al salir vimos que no estaba nuestro flamante Golf, con el que debíamos regresar el siguiente sábado a casa. Nos ...

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La última quincena del mes pasado nos encontrábamos de vacaciones por Europa, Avignon, Bregenz, pasando por Múnich, donde visitamos a un amigo, y después hasta Budapest, donde debíamos encontrarnos con otros amigos que venían de Londres.Pues bien, después de pasar unos días estupendos en la capital de Hungría, el día 24 nos invitaron a cenar en un restaurante típico de un pueblo precioso, Santendre, a unos veinte kilómetros de Budapest. Cuál no sería nuestra sorpresa y disgusto que al salir vimos que no estaba nuestro flamante Golf, con el que debíamos regresar el siguiente sábado a casa. Nos dirigimos a la comisaría de policía del pueblo a denunciar el robo, que, gracias a que uno de los amigos habla el idioma de F. List, sólo estuvimos tres horas (el agente estaba observando un partido del Mundial de fútbol).

Pues bien, al día siguiente nos dirigimos a la Embajada de España por ver si nos podían ayudar en algo, y ya lo creo que lo hicieron. Nos recibió el señor cónsul, nos invitó a una taza de café, le dijo a la secretaria que nos tradujera la denuncia (con lo que pudimos hacer una corrección), llamó al oficial de guardia del pueblo y nos aceptó la corrección, la cual fue traducida por la secretaria.

En todo momento todo el mundo del consulado se solidarizó con nosotros, la señora de la ventanilla, los chóferes, la telefonista, etcétera, nos prestaron su ayuda y comprensión.

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Lo cuento porque quiero dejar constancia de la importancia que tiene el acudir a la representación diplomática del país, recabando ayuda en casos como éste y ser atendido.

Es una lástima que el consul no continúe en Hungría, ya que me temo que les va a pasar lo mismo a más compatriotas. En cualquier caso sirvan estas líneas para agradecer tanto al señor cónsul como a todo el equipo el trato y apoyo recibidos. Muchas gracias.- . Vizcaya.

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