Aprehendidos casi 4.000 kilos de hachís en Cádiz y Almería

El piloto del helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) optó el jueves al anochecer por poner pies en polvorosa cuando unos 500 vecinos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) se reunieron para acosarles tras el apresamiento en la desembocadura del Guadalquivir de un yate cargado con entre 2.000 y 3.000 kilos de hachís. Fechas atrás, una tuerca lanzada con un tirachinas les había estropeado el rotor. Los congregados facilitaron la huida de dos de los tripulantes del yate. Esta operación y otra de la Guardia Civil en Almería han permitido sacar del mercado casi 4.000 kilos de hachís.
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El piloto del helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) optó el jueves al anochecer por poner pies en polvorosa cuando unos 500 vecinos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) se reunieron para acosarles tras el apresamiento en la desembocadura del Guadalquivir de un yate cargado con entre 2.000 y 3.000 kilos de hachís. Fechas atrás, una tuerca lanzada con un tirachinas les había estropeado el rotor. Los congregados facilitaron la huida de dos de los tripulantes del yate. Esta operación y otra de la Guardia Civil en Almería han permitido sacar del mercado casi 4.000 kilos de hachís.

El yate Victoria, de 10 metros de eslora, fue seguido hasta el Guadalquivir desde su salida de Larache (Marruecos). El helicóptero y una patrullera del SVA lo dejaron entrar en el río, en dirección a Sevilla, hasta que llegó a la playa de Bonanza. El yate avistó a los funcionarios de Hacienda e intentó huir, pero embarrancó. En ese momento, el observador de la aeronave saltó al barco y pudo detener a Gabriel Jiménez Márquez, de 30 años. Para entonces ya se habían reunido en la zona unos 500 vecinos, que presionaron e insultaron a los aduaneros. Dos de los supuestos narcos, transportistas de la droga para una red mayor, lograron escapar. El SVA mantiene la operación abierta y augura nuevas detenciones. La droga no ha sido pesada oficialmente, pero se calcula que los 72 fardos decomisados no irán más allá de los 3.000 kilos. El yate fue trasladado a Puerto América, en Cádiz. El hachís estaba destinado al consumo nacional. Mientras, la Guardia Civil localizó el jueves por la tarde en unos acantilados próximos a Carboneras (Almería) 53 fardos de hachís abandonados que contenían 1.500 kilos de hachís. La droga no fue recuperada hasta esta mañana debido a la dificultad para acceder a la zona de rocas.

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