Barajas permitió cada día de colapso 60 operaciones más de las que podía asumir

Entre el 20 y 29 de junio, semana en la que Barajas sufrió uno de los mayores colapsos de su historia, los responsables del aeropuerto tuvieron que enfrentarse a 60 vuelos diarios más de los que podían asumir, pues la incorporación del nuevo sistema informático del control aéreo había reducido de 50 a 44 operaciones a la hora la actividad en las pistas. En las diez horas de mayor tráfico de cada día había 60 vuelos más de los que podía asumir el aeropuerto. Las compañías tenían los 50 permisos por hora conseguidos en enero, pero el aeropuerto, en la fatídica semana de junio, sólo podía absorbe...

Entre el 20 y 29 de junio, semana en la que Barajas sufrió uno de los mayores colapsos de su historia, los responsables del aeropuerto tuvieron que enfrentarse a 60 vuelos diarios más de los que podían asumir, pues la incorporación del nuevo sistema informático del control aéreo había reducido de 50 a 44 operaciones a la hora la actividad en las pistas. En las diez horas de mayor tráfico de cada día había 60 vuelos más de los que podía asumir el aeropuerto. Las compañías tenían los 50 permisos por hora conseguidos en enero, pero el aeropuerto, en la fatídica semana de junio, sólo podía absorber 44.En enero pasado, en la capital indonesia de Yakarta se reunió la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) para subastar los permisos de vuelo [slots] en todos los aeropuertos del mundo. A estas reu-niones asisten las compañías para reclamar los permisos que necesitarán en los próximos seis meses. IATA se los concede en función de su experiencia y antigüedad en el aeropuerto donde desean operar.

A Barajas se le concedieron los 50 vuelos a la hora habituales, a pesar de que en junio el aeropuerto, por el cambio de su sistema informático, sólo podía asumir 44. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo público que gestiona todos los aeródromos nacionales, no comunicó en enero a los responsables de IATA que se iba a modificar en junio el sistema de control aéreo porque, entre otras cosas, aún desconocía ese dato. Las compañías aéreas, ajenas a ello, vendieron los billetes. Con el cambio del sistema informático, aterrizó el caos en Barajas.

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