La mitad de los ediles del PP guipuzcoano no vive en Euskadi
La presión sistemática que el terrorismo de ETA ejerce sobre los concejales vascos del PP empieza a producir sus efectos en Guipúzcoa, el territorio más directamente amenazado. Al menos la mitad de los 40 ediles guipuzcoanos no acuden a su trabajo municipal, ni lo siguen con regularidad, al pasar la mayor parte de su tiempo fuera de Euskadi por seguridad, según reconoció ayer un dirigente popular que mostró su malestar por la dramática situación en que viven hoy los electos del PP. "Creo que aquí quien tiene que hablar es el ministro del Interior y explicar por qué todo un aparato del Estado e...
La presión sistemática que el terrorismo de ETA ejerce sobre los concejales vascos del PP empieza a producir sus efectos en Guipúzcoa, el territorio más directamente amenazado. Al menos la mitad de los 40 ediles guipuzcoanos no acuden a su trabajo municipal, ni lo siguen con regularidad, al pasar la mayor parte de su tiempo fuera de Euskadi por seguridad, según reconoció ayer un dirigente popular que mostró su malestar por la dramática situación en que viven hoy los electos del PP. "Creo que aquí quien tiene que hablar es el ministro del Interior y explicar por qué todo un aparato del Estado es incapaz de dar cobertura de seguridad a las 20 ó 30 personas que estamos en Guipúzcoa", dijo este militante, que renunció a dar su nombre por preservar su seguridad.Jaime Mayor Oreja reconoció ayer a la Cadena SER que se habían producido varios casos de abandono de Euskadi de cargos públicos del PP vasco, pero que son "más bien la excepción que la regla". El ministro dijo que él entenderá siempre estas situaciones en las que confluyen las razones familiares y personales, pero que constituyen la excepción. "La regla es que la gente del PP del País Vasco en estos momentos, de una manera admirable, está asumiendo una difícil responsabilidad y lo está haciendo con un coraje excepcional", insistió. Los grupos municipales más afectados por la amenaza de ETA han sido, además de Rentería, el de San Sebastián y el de Irún, que han quedado prácticamente desguazados. Según los datos ofrecidos desde el PP, en los numerosos municipios donde hay un solo representante del PP, éste no acude ni siquiera a los plenos, ni vive en el pueblo.