CRISIS EN EL GOBIERNO VASCO

Arzalluz acusa al PSE de impulsar un "frente españolista" con el respaldo de Mayor Oreja

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acusó ayer a los socialistas de airear con la crisis del Gobierno vasco un "frentismo españolista" destinado a inclinar del lado de los "nacionalistas españoles" la mayoría parlamentaria vasca tras las elecciones del 25-O. Arzalluz está convencido de que la decisión adoptada por el PSE-EE "viene de Madrid" y responsabilizó de la misma al ex líder del PSE, Ramón Jáuregui, al secretario del PSOE, Joaquín Almunia, y a las "conversaciones" de ambos con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Arzalluz reiteró que su partido mantendrá el diálogo con HB....

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acusó ayer a los socialistas de airear con la crisis del Gobierno vasco un "frentismo españolista" destinado a inclinar del lado de los "nacionalistas españoles" la mayoría parlamentaria vasca tras las elecciones del 25-O. Arzalluz está convencido de que la decisión adoptada por el PSE-EE "viene de Madrid" y responsabilizó de la misma al ex líder del PSE, Ramón Jáuregui, al secretario del PSOE, Joaquín Almunia, y a las "conversaciones" de ambos con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Arzalluz reiteró que su partido mantendrá el diálogo con HB.

Más información

El líder nacionalista vasco hizo, en una rueda de prensa ofrecida ayer en Sabin Etxea, la sede bilbaína del PNV, una doble interpretación de lo ocurrido. Por un lado, el PSE-EE se ha "dejado llevar o convencer" por la estrategia del PSOE, un partido que ahora está en la oposición en Madrid y posee un margen de maniobra política mucho mayor.En ese nuevo escenario, según Arzalluz, han jugado un papel importante los contactos entre el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y la cúpula socialista. El 5 de junio pasado, Mayor recibió a Almunia y al candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell, para hablar de estrategia de pacificación y de terrorismo. Días antes, Mayor había mantenido otro contacto con el secretario de política autonómica, Ramón Jáuregui. Arzalluz apuntó que, aunque no tenía pruebas "pero si algún indicio para pensar así", había habido "algún tipo de contacto entre los dirigentes socialistas y Mayor Oreja en esta crisis". Y subrayó que "con Mayor Oreja, el señor Almunia y compañía andan bastante acordes".

Pese a todo, Arzalluz añadió que no tienen "ninguna intención de ir al derribo del Gobierno de Aznar" y que mantendrá la colaboración con el PP en Madrid.

Junto a este argumento, el dirigente del PNV agregó que ante el "terror escénico" que tienen los socialistas vascos de quedar como tercera fuerza en Euskadi ante el avance del PP -oculta Arzalluz que las encuestas también le dan un fuerte incremento al PSE- han decidido reforzar su perfil partidista al mantener el órdago hasta el final.

Con los comicios autonómicos a la vuelta de la esquina, Arzalluz dibujó un panorama frentista: "Están hablando ya de eliminar al PNV, primero en las instituciones alavesas y luego de todas. Están estableciendo la contabilidad, que es muy peligrosa y malvada, de nacionalistas vascos-nacionalistas españoles. Están esperando que en el Parlamento vasco la españolidad esté por encima de las vasquidad. Sacamos la conclusión de que han empezado con un frentismo españolista que aprovechan cualquier cosa". En ese momento de su vaticinio, Arzalluz se echó hacia atrás en su asiento y dijo: "No le tenemos miedo". Respecto a la respuesta del PNV tras la ruptura del tripartito, el partido jugó ayer la única carta que le han dejado los socialistas tras su salida del Gobierno vasco: la de la responsabilidad institucional. Aunque Arzalluz admitió que existía la "tentación" y casi el deseo de "venganza" de romper en cascada los pactos con el PSE en las diputaciones y en los ayuntamientos, optó por no hacerlo. "No somos partidarios de extender la crisis a otros ámbitos inferiores", aseguró. Pero, a renglón seguido, Arzalluz dijo que muchas de estas instituciones "funcionan bien y otras no tan bien" y adelantó que, roto el pacto de manera unilateral, hay que mirar la situación caso por caso pero dejando claro que no hay ataduras de ningún tipo. "Si alguna [institución] considera que para la gobernabilidad de su ámbito prefiere recomponer su coalición con otros, no les podemos decir que no", comentó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En