Entrevista:

"Madrid se encuentra en peligro de extinción"

Madrid Rafael Torres es un periodista y escritor extravertido, de 43 años, cuyo talante desenvuelto y conversador parece mantenerle en una juventud prolongada. Criado y crecido en Vallecas, tiene a gala haber recorrido España palmo a palmo. Pero su ciudad preferida es, sin duda, la que le vio nacer. Procede de una extensa familia vinculada laboralmente al ferrocarril metropolitano. Adrián, su abuelo, fue jefe de la antigua estación de Progreso: el 7 de noviembre del año 1936, recuerda hoy Rafael Torres, buena parte de su familia acudió en piña al Puente de Segovia, precisamente en metro, a de...

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Madrid Rafael Torres es un periodista y escritor extravertido, de 43 años, cuyo talante desenvuelto y conversador parece mantenerle en una juventud prolongada. Criado y crecido en Vallecas, tiene a gala haber recorrido España palmo a palmo. Pero su ciudad preferida es, sin duda, la que le vio nacer. Procede de una extensa familia vinculada laboralmente al ferrocarril metropolitano. Adrián, su abuelo, fue jefe de la antigua estación de Progreso: el 7 de noviembre del año 1936, recuerda hoy Rafael Torres, buena parte de su familia acudió en piña al Puente de Segovia, precisamente en metro, a defender el Suroeste de la ciudad, donde una ofensiva falangista pugnaba por entrar en un Madrid republicano. Es en esa época, tan desconocida aunque tan crucial en la historia de la ciudad, en la que Rafael Torres sitúa su primera novela, Ese cadáver (Editorial Ollero y Ramos, 2.300 pesetas). Es un retablo donde Madrid se funde con sus gentes y muestra el rostro más veraz: el de una ciudad en peligro, con sus moradores tres años al borde mismo de la muerte, cuya afección por la dignidad y por la libertad permitió sobrevivir a unos, trascender a todos.Pregunta. ¿Qué sucedió en Madrid aquel noviembre?

Respuesta. El alcalde, Pedro Rico, se ocultó en el capó de un coche para escapar y fue descubierto en Tarancón por unos milicianos. El vecindario, solidariamente unido detrás de los generales Miaja y Rojo, resistió aquí el cerco desplegando una bravura que convirtió aquel noviembre en un heroico Dos de Mayo.

P. ¿Por qué no el de 1808?

R. Ante la invasión napoleónica, el patriotismo estaba en un bando y las ideas de progreso en el otro. En 1936, por el contrario, libertad y patria se hallaban juntas en el mismo.

P. ¿Teme ser tildado de parcial?

R. No. Los muertos no pertenecen a ningún partido. Son víctimas de una guerra que fue perdida por España en su conjunto y en la que Madrid, por su abnegación, fue el asombro del mundo. En cada bando, por desgracia, surgieron también actitudes delincuentes.

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P. ¿En qué consiste su primera novela?

R. Es una historia de un pueblo cuyos vecinos se convierten en sus defensores. El lector transita por la novela encontrando los cadáveres de las víctimas de aquellos bombardeos inmisericordes, y les va devolviendo la vida.

P. ¿Por qué eligió Madrid para restañar la memoria?

R. Porque fue el símbolo de la lucha popular contra el fascismo, por la libertad y la democracia. Es además la capital de una ciudad que amo mucho, maravillosa y elástica, y en peligro de extinción.

P. ¡Caramba!, ¿en extinción?

R. Sí, porque hoy es la ciudad de los coches en vez de ser la ciudad de todos, un Madrid magnificente de atmósferas, de luces y destellos.

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