EL JUICIO DEL 'CASO MAREY'

Sancristóbal era "visceral"

En el Ministerio del Interior "había una línea más violenta, decisiva y visceral, que era la de Sancristóbal; y otra más fría y pragmática, que era la de Vera", manifestó el teniente general José Antonio Sáenz de Santamaría. Según él, hubo "fricciones" entre Julián Sancristóbal y Rafael Vera, ambos ex directores generales de Seguridad.Después señaló que Sancristóbal tenía fidelidad política por Ricardo García Damborenea, "que lo tuvo como secretario en Vizcaya y fue quien le promocionó en Interior, gracias a la influencia que tenía con Barrionuevo". Manuel Murillo, defensor de Sancristóbal, pr...

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En el Ministerio del Interior "había una línea más violenta, decisiva y visceral, que era la de Sancristóbal; y otra más fría y pragmática, que era la de Vera", manifestó el teniente general José Antonio Sáenz de Santamaría. Según él, hubo "fricciones" entre Julián Sancristóbal y Rafael Vera, ambos ex directores generales de Seguridad.Después señaló que Sancristóbal tenía fidelidad política por Ricardo García Damborenea, "que lo tuvo como secretario en Vizcaya y fue quien le promocionó en Interior, gracias a la influencia que tenía con Barrionuevo". Manuel Murillo, defensor de Sancristóbal, preguntó al general: "¿Era Vera del grupo de las palomas?" Santamaría ironizó: "No me encaja como paloma...".

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José María Stampa, abogado de Sancristóbal, atacó más tarde: "¿Puso alguien objeciones a que don Julián ostentase el cargo de director general de Seguridad por haber intervenido supuestamente en el secuestro de Segundo Marey?". El ex director general de la Guardia Civil también se refirió al juez Baltasar Garzón, primer instructor del caso Marey, y su corta etapa en Interior como delegado del Plan Nacional sobre Drogas. Recordó una conversación telefónica entre Garzón y Vera, en la que éste repetía: "Ya te lo daré, no tengas prisa..." Sáenz de Santamaría afirmó que Vera le explicó más tarde que Garzón le reclamaba un coche blindado, más escoltas y la relación de confidentes y pagos con fondos reservados.

Cuando el Gobierno se negó a dar un cargo de más relevancia a Garzón, éste "se marchó con un ánimo, no de venganza, porque es muy fuerte, pero sí irritado" y con "resquemor", según Sáenz de Santamaría.

El acusador Kepa Landa invirtió parte de su turno en compelir al teniente general para que diera algún dato que demostrase que Garzón conoció datos de la lucha antiterrorista durante su corto paso por Interior. Pero Jiménez Villarejo zanjó: "La Sala no tiene la menor duda respecto al señor Garzón y a la Sala eso no le interesa".

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