Grandes discrepancias en la reapertura del diálogo social

Los máximos dirigentes de los sindicatos, de la patronal y el ministro de Trabajo, Javier Arenas, salieron de su encuentro de ayer con un ánimo bien distinto. Los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, no ocultaron su pesimismo y aseguraron que la negociación va a estar "erizada de dificultades" en temas como la reducción de la jornada laboral, la protección por desempleo, la penalización de los contratos temporales o la eliminación de las horas extraordinarias. Por ello van a promover paralelamente movilizaciones a favor del empleo y de la semana laboral de 35 horas, y...

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Los máximos dirigentes de los sindicatos, de la patronal y el ministro de Trabajo, Javier Arenas, salieron de su encuentro de ayer con un ánimo bien distinto. Los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, no ocultaron su pesimismo y aseguraron que la negociación va a estar "erizada de dificultades" en temas como la reducción de la jornada laboral, la protección por desempleo, la penalización de los contratos temporales o la eliminación de las horas extraordinarias. Por ello van a promover paralelamente movilizaciones a favor del empleo y de la semana laboral de 35 horas, y la primera de ellas será una asamblea conjunta de delegados el próximo día 16.

El ministro de Trabajo, con su proverbial optimismo, hizo "una valoración positiva" del encuentro, y no se dio por enterado "oficialmente" de las movilizaciones sindicales. Javier Arenas dejó claro que, para el Gobierno, el diálogo social sigue siendo una prioridad, le parece "compatible la negociación y que se expresen públicamente discrepancias", y si además logra acuerdos, "mucho mejor". Además, parece dispuesto a admitir la propuesta de los sindicatos de que el diálogo sea bilateral en temas que, como la mejora de la cobertura del desempleo, es presumible el desacuerdo.

Advertencia de CEOE

Ése no es el propósito del presidente de la CEOE, José María Cuevas, quien ayer lanzó una doble advertencia. "Si las centrales sindicales adoptan la estrategia de debatir materias que afecten a las empresas sin la presencia de CEOE, será el mejor camino para arruinar el clima de diálogo. El Gobierno debe saberlo, si lo acepta", afirmó.Los problemas mayores se presumen en tres temas que para los sindicatos son prioritarios, y que quieren abordar a solas con el Gobierno: la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, en cumplimiento del Pacto de Toledo, que la CEOE no apoyó; la mejora de la protección por desempleo, sobre todo, para parados de larga duración con cargas familiares; y la discusión del Plan de Empleo de 1999 para que no acabe en fracaso, como ha ocurrido con el de este año.

Tampoco hay muchas coincidencias respecto a la reducción del tiempo de trabajo. El ministro Arenas sigue traspasando la responsabilidad a la negociación entre patronal y sindicatos, mientras que Cuevas reiteró ayer que no va a negociar un acuerdo interconfederal.

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