La revolución tecnológica

El extraordinario desarrollo de la tecnología aplicada a la música (secuenciadores, samplers, programación digital) ha agravado la situación de los músicos profesionales, que ven cómo se reduce el número de encargos. Hoy en día existen programas que permiten hacer música con computadoras, por lo que en muchos trabajos un ordenador sustituye a varias personas. "Ya no es necesario tocar un instrumento para grabar música. Ahora se usan ordenadores para programar (secuenciar) las canciones tanto en el pop como en el rock, filmes, etcétera. Por tanto, los músicos de estudio trabajan en su casa, do...

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El extraordinario desarrollo de la tecnología aplicada a la música (secuenciadores, samplers, programación digital) ha agravado la situación de los músicos profesionales, que ven cómo se reduce el número de encargos. Hoy en día existen programas que permiten hacer música con computadoras, por lo que en muchos trabajos un ordenador sustituye a varias personas. "Ya no es necesario tocar un instrumento para grabar música. Ahora se usan ordenadores para programar (secuenciar) las canciones tanto en el pop como en el rock, filmes, etcétera. Por tanto, los músicos de estudio trabajan en su casa, donde programan en su ordenador, lo cual lleva bastante tiempo. Cuando van al estudio disparan las secuencias y se remezclan. Se cobra por temas o canciones más que por horas de trabajo" detalla el teclista Iñaki Yarritu. La introducción masiva de la informática en la música puede tener graves consecuencias en Euskadi, donde no abundan las grandes producciones discográficas y escasea el trabajo para los músicos de sesión. "Cuatro privilegiados tienen un caché bastante grande y viven estupendamente, pero la gran mayoría somos unos pringadillos que tenemos curro de vez en cuando. Lo normal es tener otras actividades: músico de directo, dar clases, tocar en grupos,...", apunta el vizcaíno Jimmy Sedientos. En la hoja de servicios del guitarrista de Zer Bizio? destaca haber grabado y actuado con Antonio Vega durante su estancia en un estudio madrileño. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. La revolución tecnológica ha beneficiado a una serie de personas que ejercen de programadores e ingenieros de sonido. Tal es el caso de Iñaki Yarritu y de Isa Suárez, vascofrancesa que trabaja en Londres como programadora y músico de sesión para largometrajes, cortos y música de baile experimental. Ambos compaginan dicha actividad de estudio con proyectos musicales propios: Yarritu lidera Basque Dub Foundation y Suárez milita en el grupo Fin de Sielle.

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