Un balcón se desploma y causa la caída de una mujer a la planta inferior

El deterioro de las fachadas de muchos inmuebles de Barcelona sigue causando desagradables sobresaltos. Ayer por la tarde, una mujer de 60 años, Paulina G. M., resultó levemente herida cuando se hundió parte del balcón de su domicilio, situado en la segunda planta del número 38 de la calle de Provença de Barcelona. La mujer se precipitó sobre el balcón del primer piso, cuyos propietarios estaban ausentes en el momento del accidente, por lo que la víctima tuvo que ser rescatada por los bomberos mediante una escalera.

Los bomberos apuntaron ayer que el desprendimiento se produjo con toda ...

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El deterioro de las fachadas de muchos inmuebles de Barcelona sigue causando desagradables sobresaltos. Ayer por la tarde, una mujer de 60 años, Paulina G. M., resultó levemente herida cuando se hundió parte del balcón de su domicilio, situado en la segunda planta del número 38 de la calle de Provença de Barcelona. La mujer se precipitó sobre el balcón del primer piso, cuyos propietarios estaban ausentes en el momento del accidente, por lo que la víctima tuvo que ser rescatada por los bomberos mediante una escalera.

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Los bomberos apuntaron ayer que el desprendimiento se produjo con toda probabilidad a causa de la oxidación de de los soportes metálicos internos que lo aguantaban. Se da la circunstancia de que la fachada de todo el edificio había sido rehabilitada siete años atrás, por lo que se abrirá una investigación para esclarecer por qué las estructuras metálicas del balcón estaban tan deterioradas que acabaron por ceder. El balcón se desplomó a las 14.50 de ayer. Los bomberos, alertados por unos vecinos, socorrieron a la víctima y posteriormente acordonaron la zona para retirar los cascotes y revisar la fachada del edificio. Paulina G. M. fue trasladada por los bomberos al Hospital Clínico de Barcelona, donde quedó ingresada. Fuentes del centro informaron ayer de que la víctima sufrió una fractura de la segunda vértebra lumbar y su estado no era grave. Ayer por la tarde, según fuentes médicas, la mujer ya se había recuperado del susto y estaba "muy tranquila". Si la paciente evoluciona favorablemente, los médicos la darán el alta a mediados de esta semana. El mal estado de las fachadas se ha convertido en uno de los principales problemas de Barcelona. En el último año y medio ya han muerto tres personas y otras tantas han resultado heridas por esta causa. Certificados La alarma social que han generado los continuos desprendimiento de trozos de fachada ha motivado que el Ayuntamiento de Barcelona acelerara la tramitación de determinadas medidas que ya tenía previstas. Entre ellas destaca la ordenanza sobre conservación y seguridad de los edificios y un plan de actuación sobre inmuebles en situación de riesgo. La ordenanza prevé sanciones de hasta 15 millones de pesetas contra los propietarios que no garanticen la seguridad de las fachadas de sus edificios. Desde principios de año, la normativa municipal obliga a los titulares de edificios a que obtengan un certificado de solidez para sus inmuebles, previa revisión de algún arquitecto o aparejador. El certificado deberá renovarse cada 10 años y los servicios municipales podrán exigirlos en cualquier momento. La comunidad de propietarios que no disponga de él o lo tenga caducado será sancionada con una multa entre 25.000 y 50.000 pesetas. El consistorio calcula que más de un millar de edificios pueden presentar riesgo elevado de desprendimientos y recibirán ayudas específicas para ser rehabilitados. La alarma causada por el deterioro de los edificios en Barcelona se encendió en octubre de 1996, cuando murió una niña de tres años al desprenderse una cornisa. Hace algo más de un año, el 6 de octubre de 1996, fallecía una mujer por el impacto de un cascote que se desplomó de un edificio de la calle de Trafalgar. La última víctima mortal fue una turista alemana, que perdió la vida el pasado 23 de febrero en el concurrido paseo de Gràcia barcelonés.

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