La cruzada de Ruiz-Gallardón

Balance de la gira por Israel del presidente regional acompañado de 38 empresarios y tres consejeros.

La peregrinación económica de Alberto Ruiz-Gallardón por Tierra Santa no fue precisamente un calvario. Las tres docenas de empresarios que llegaron con el presidente regional para hacer negocios en Israel volvieron ayer a Madrid con las maletas repletas de ideas y planes después de tres días de reuniones. Los financieros tomaron posiciones ante la próxima privatización de la banca pública local, las constructoras se llevaron una lista de proyectos donde poder emplear sus tuneladoras y los ganaderos de Campo Real consiguieron semen de la raza ovina más productiva del mundo.El vía crucis del pre...

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La peregrinación económica de Alberto Ruiz-Gallardón por Tierra Santa no fue precisamente un calvario. Las tres docenas de empresarios que llegaron con el presidente regional para hacer negocios en Israel volvieron ayer a Madrid con las maletas repletas de ideas y planes después de tres días de reuniones. Los financieros tomaron posiciones ante la próxima privatización de la banca pública local, las constructoras se llevaron una lista de proyectos donde poder emplear sus tuneladoras y los ganaderos de Campo Real consiguieron semen de la raza ovina más productiva del mundo.El vía crucis del presidente y su séquito (integrado por tres de sus siete consejeros) tuvo 13 estaciones entre entrevistas institucionales, empresariales o culturales y recepciones varias. Sin embargo, para el titular de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, tal ajetreo no fue una penitencia. El consejero celebró haber conocido a personajes de enorme "catadura política". Destacó, entre todos, a uno: Ariel Sharon, el que fuera férreo ministro de Defensa y que ahora gasta los días como responsable de infraestructuras.

El presidente regional y Cortés fueron testigos de uno de sus arranques marciales. Cuando terminaba la entrevista, Sharon propuso de pronto y sin que nadie lo esperara que Madrid e Israel intercambiaran directores generales. A los pocos segundos, Sharon anunció el nombre de su representante. Tal sugerencia fue descrita por el presidente como "un expeditivo requerimiento".

Embajador comercial

Ruiz-Gallardón asumió el reto, aunque se dio un poco más de tiempo para seleccionar a su candidato. La misión principal de este oficioso director general de relaciones con Israel consistirá en destacar a una persona en este país para que "mantenga los cauces abiertos en esta gira". Será un embajador comercial sin embajada, ya que trabajará en la sede diplomática española en Tel Aviv. La Comunidad, hasta ahora, sólo tenía representación oficial propia en Bruselas.El consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, también estaba satisfecho, aunque tuviera que visitar el Museo de la Diáspora por sexta vez o presidir un desfile de moda, materia en la que se considera lego (la Pasarela Cibeles salió por primera vez de Madrid para mostrar el martes la colección de cuatro diseñadores y le tocó a Villapalos presidir el desfile). Pero el consejero contempló el pase de modelos feliz porque llegaba de cerrar un preconvenio con la Universidad Hebrea de Jerusalén (que debe ratificarse en junio) para que arqueólogos de la Comunidad y de las universidades madrileñas trabajen en el túnel que une la vía Dolorosa (que Cristo recorrió con la cruz camino del Calvario) y el muro de las lamentaciones. La noticia despertó, por su escasa concreción, la inquietud de algunos diplomáticos presentes. Hace año y medio, la apertura al público de este túnel que une dos lugares muy representativos para los hebreos pese a discurrir bajo el barrio musulmán, provocó 80 muertos entre palestinos y judíos. Por ello, ayer Villapalos matizó la información que él mismo facilitó con alboroto el día anterior: "Se tendrá que actuar con extrema prudencia y todo dependerá de la propuesta concreta de excavación que se haga", precisó.

El otro consejero del séquito, el de Economía, Luis Blázquez, también transmitió motivos de satisfacción. Quitando el mal rato que pasó subiendo escalones por la ciudad vieja en el único resquicio que encontraron para el turismo, Blázquez entendió como un éxito que se hubieran producido más de un centenar de encuentros entre empresarios españoles e israelíes.

Importación de semen

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Los más activos fueron los ganaderos, que pasaron un día entero en un kibutz (granja cooperativa israelí) para buscar la manera de aumentar la producción del queso de Campo Real. "Queríamos ver su tecnología, ya que ellos pastorean en condiciones extremas debido a la guerra", explica José María Rubio, director gerente de Castellana de Ganaderos. Los ganaderos intercambiarán maquinaria avanzada y, de paso, importarán a Madrid semen de la raza assaf, una oveja autóctona de Israel que produce seis veces más leche que las madrileñas.Las constructoras también se movieron mucho. Acompañaron al presidente en sus visitas a los ayuntamientos y tomaron buena nota de los proyectos en ciernes: excavar el metro de Tel Aviv (una ciudad constantemente bloqueada por los embotellamientos) y un ferrocarril de cercanías. Hay un contrato en juego por valor de 7.000 millones de dólares.

Las empresas de armamento integradas en el séquito fueron a Israel, una potencia mundial en esta materia, más a comprar que a vender. "Querían, sobre todo, suministros", explica Blázquez. Los bancos pretendían tantear a posibles socios de cara a la privatización del sistema financiero israelí, ahora en manos del Estado. No es la única privatización anunciada. El Gobierno planea también desprenderse de las refinerías, y de ello tomaron buena nota los empresarios madrileños desplazados.

El nuevo presidente del Ifema, Fermín Lucas, que hacía su primer viaje oficial desde que accedió al cargo, se trajo la maleta repleta de expositores. "A los israelíes les han interesado sobre todo dos ferias: joyas y seguridad". Israel es un gigante en la producción de diamantes. El Corte Inglés negoció la venta de tejidos y los operadores turísticos se percataron de las posibilidades aún sin explotar de ese país.

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