La policía destapa una plantación en la que trabajaban una docena de chinos ilegales

La policía detuvo el martes a 12 ciudadanos chinos, en su mayoría en situación supuestamente ilegal, que trabajaban en una plantación de Talamanca del Jarama (1.300 habitantes). La finca, de 300.000 metros cuadrados, estaba dedicada al cultivo de rosas y de comestibles típicos de los restaurantes chinos. Los explotados carecían, según fuentes cercanas al caso, de permiso de trabajo y residencia, y habían entrado en España ilegalmente.

La finca, siempre según fuentes cercanas a la investigación, fue comprada por un grupo de chinos en una subasta. El terreno, valorado en unos 70 millones ...

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La policía detuvo el martes a 12 ciudadanos chinos, en su mayoría en situación supuestamente ilegal, que trabajaban en una plantación de Talamanca del Jarama (1.300 habitantes). La finca, de 300.000 metros cuadrados, estaba dedicada al cultivo de rosas y de comestibles típicos de los restaurantes chinos. Los explotados carecían, según fuentes cercanas al caso, de permiso de trabajo y residencia, y habían entrado en España ilegalmente.

La finca, siempre según fuentes cercanas a la investigación, fue comprada por un grupo de chinos en una subasta. El terreno, valorado en unos 70 millones de pesetas, pertenecía al Banco Central Hispano. Junto a los cultivos de flores y comestibles, los chinos tenían intención de instalar en la finca una piscifactoría e incluso de exportar sus productos al resto de la Unión Europea.Los propietarios de la finca habían solicitado sin éxito a la Dirección General de Trabajo permiso para emplear a sus compatriotas.

El alcalde de Talamanca del Jarama, Mariano Morona, del PSOE, defendió a los trabajadores detenidos. "Son buena gente, que sólo quería ganarse un dinero vendiendo las rosas que cultivaban en sus tierras", arguyó. Morona hizo memoria: "Hace dos o tres años, dos ciudadanos chinos me pidieron licencia para poder abrir un huerto para cultivar flores y verduras en el término municipal. Se la dimos porque tenían todos los papeles en regla. Desde entonces, jamás han dado ningún problema. Al contrario, son buena gente, que intentan sobrevivir con su trabajo, y que no molestan a nadie".

El regidor no sabe cuántos ciudadanos chinos residen en la finca citada. "No tengo ni la menor idea, porque casi nunca paso por su huerto. La finca está al otro lado del río, más cerca de El Molar que del casco urbano de Talamanca. Puede que ahora viva más gente que cuando me pidieron la licencia. No lo sé, pero no me extrañaría porque las condiciones de vida en su país de origen no son buenas. Unos se ayudan a otros para salir de la pobreza", aseveró el alcalde.

El caso ha pasado a manos de un juzgado de Alcobendas.

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