Soares y Pujol reclaman a González un papel más activo como líder europeo

La marea para colocar al ex presidente español, Felipe González, al frente de la Comisión Europea sube día a día. El ex presidente portugués, Mario Soares, lo calificó ayer de «candidato de todos los portugueses». Y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sin declararlo como su candidato, reconoció que exhibe para ello «un perfil muy bueno» y propugnó que desempeñe un importante papel en la construcción europea. El aludido pretendió sortear el envite, pero por vez primera sin su tajante negativa habitual.

Ocurrió en la presentación pública del manifiesto elaborado por la fundación...

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La marea para colocar al ex presidente español, Felipe González, al frente de la Comisión Europea sube día a día. El ex presidente portugués, Mario Soares, lo calificó ayer de «candidato de todos los portugueses». Y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sin declararlo como su candidato, reconoció que exhibe para ello «un perfil muy bueno» y propugnó que desempeñe un importante papel en la construcción europea. El aludido pretendió sortear el envite, pero por vez primera sin su tajante negativa habitual.

Ocurrió en la presentación pública del manifiesto elaborado por la fundación Nuestra Europa, que encabeza Jacques Delors. Aunque éste se negó a mostrar su conocido activismo en pro de González, considerando «malévola» la interpretación de que la iniciativa del manifiesto se ha fraguado para este fin, otros le desbordaron.Así, Soares no tuvo pelos en la lengua para afirmar: «Comparto completamente la opinión de Antonio Guterres», el primer ministro portugués que ha propuesto públicamente la candidatura del español. Advirtió que se trata de una idea «muy consensuada» en su país, «no sólo entre los socialistas, sino entre todos los partidos», porque «todos pensamos que sería un buen presidente de la Comisión».

«Hoy no toca tomar partido por un candidato», precisó Pujol, «pero es evidente que González tiene, lo he dicho y lo repito, un buen perfil, un perfil muy bueno» para ese cometido y para cualquier tarea dentro del liderazgo europeo.

Fuentes cercanas al primer ministro portugués, quien originó esta última marea, explicaron que su propuesta había sido muy meditada. Guterres argumenta que con la probable elección del candidato socialdemócrata a la cancillería alemana en septiembre, la mayoría de Gobiernos europeos socialistas o con participación de esa familia será «apabullante». Pero eso implicará que la ciudadanía será mucho más exigente en dos asuntos clave: «El empleo y el impulso hacia la mayor integración política de la UE». Para lograrla, la candidatura de González a Bruselas «constituye una pieza clave».

En el equipo de Delors se afirma que, desde que hace unos meses saltó la idea -copatrocinada por el canciller Helmut Kohl- hasta ahora, el ex presidente se muestra menos contundente. Al final, Felipe González no tuvo más remedio que responder al envite. Por vez primera no formuló una negativa tajante. «Si alguien quisiera ser candidato, no elegiría este esquema» aprobado por Nuestra Europa de concurrir a las urnas y hacer campaña.

Elecciones primarias

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«No es el más cómodo y está lleno de obstáculos», añadió. «Si yo quisiera (presentarme), hablaría con algunos amigos», intentándolo directamente a través del Consejo Europeo», argumentó, queriendo demostrar la incompatibilidad entre apoyar la nueva fórmula de elección, como hacía, y un deseo de presentarse.Así que González se batió el cobre apoyando a Delors en la defensa de que el innominado próximo presidente de la Comisión pase por las urnas. «Quienes critican la falta de legitimidad pero no quieren que se legitime compondrán una extraña figura», criticó a los eventuales recelosos. «Es muy difícil rebatir el argumento de que debemos rellenar el déficit democrático de la UE», insistió. La propuesta «desencadenará una dinámica» imparable.

González puso como ejemplo análogo de esa dinámica, otra «pequeña idea» (así calificó Delors a su proyecto), la convocatoria de elecciones primarias en el Partido Socialiata Obrero Español. «Ha provocado una gran explosión en mi país, que ha escapado del control» con que se prefiguró. Otro tanto espera que suceda con ésta. Delors reforzó esa visión de la pequeña semilla recordando que quienes lanzan -europeístas de distintos países y de distintos partidos- son «sólo militantes», y que su aceptación y posterior gestión dependerá de la actitud de los líderes políticos en ejercicio. Todo depende de cómo caiga a la opinión y cómo ésta presione. «¿Se mostrarán los ciudadanos contrarios a adquirir más derechos, más participación?», se preguntó, con deje irónico.

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