Los líderes mundiales apoyan el "sí" en el Ulster

El no gana en número de adeptos entre los unionistas. En el momento más delicado de la campaña del referéndum de Irlanda del Norte, donde las encuestas apuntan hacia un voto negativo del 45% entre los protestantes, los líderes de las potencias mundiales, reunidos en Birmingham en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), afirmaron ayer que el acuerdo político brinda una «oportunidad para el desarrollo económico y la prosperidad» de todo el pueblo norirlandés.

Antes, el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente norteamericano, Bill Clinton, montaron un frente común contra los g...

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El no gana en número de adeptos entre los unionistas. En el momento más delicado de la campaña del referéndum de Irlanda del Norte, donde las encuestas apuntan hacia un voto negativo del 45% entre los protestantes, los líderes de las potencias mundiales, reunidos en Birmingham en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), afirmaron ayer que el acuerdo político brinda una «oportunidad para el desarrollo económico y la prosperidad» de todo el pueblo norirlandés.

Antes, el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente norteamericano, Bill Clinton, montaron un frente común contra los grupos que no abandonen la violencia. «Esa gente no tendrá amigos en EE UU», aseguró Clinton. Irlanda del Norte ocupó un puesto relevante en la agenda de la cumbre del G-8, que se trasladó en la mañana de ayer del centro de exposiciones de Birmingham a una señorial mansión en la campiña inglesa.Allí, los líderes de las potencias mundiales dieron su respaldo a los protagonistas del acuerdo del pasado Viernes Santo -los principales partidos políticos norirlandeses y los Gobiernos de Londres y Dublín- que han logrado, señala el comunicado, «un resultado que refleja las aspiraciones fundamentales de ambos sectores de la comunidad de Irlanda del Norte, además de garantizar sus derechos».

El G-8 reconoce los desafíos que el acuerdo representa para todos los partidos de la región, pero recuerda que el «apoyo más amplio posible (en el referéndum) no sólo es la base para la estabilidad política y la paz, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y la prosperidad». El primer ministro británico también advirtió: «Las perspectivas de inversión mejorarán sustancialmente si el proceso de paz echa raíces».

Con su intervención directa, los líderes mundiales se hacen eco de los crecientes obstáculos que aparecen en la campaña por la votación que se celebra el viernes en ambas partes de la isla de Irlanda. Los últimos sondeos de opinión reflejan un acusado descenso del número de norirlandeses que se declara dispuesto a votar en favor del Acuerdo de Stormont. En la encuesta publicada el viernes por el Irish Times, tan sólo el 35% de los unionistas garantiza el sí en el referéndum, frente a un 45% de partidarios del no y un 20% de indecisos. Sin el apoyo mayoritario de este sector de la población, las previsiones institucionales están abocadas al fracaso. Pero no son las futuras instituciones, sino los recelos que suscita la excarcelación de presos y el miedo a que los grupos paramilitares conserven las armas mientras sus representantes políticos ocupan cargos de gobierno los factores que inclinan la balanza contra del .

Durante su visita, Clinton se unió al esfuerzo de Blair para recuperar la confianza del electorado unionista. «Es la oportunidad de paz para una generación. Nosotros apoyamos a los que representan la paz y quiero aclarar que cualquiera que recurra de nuevo a la violencia, de uno o otro sector, no tendrá amigos en América», advirtió el presidente estadounidense.

En un nuevo episodio de violencia en el Ulster, un pistolero abrió fuego en una primera comunión que se celebraba ayer en una iglesia de Dublín y causó heridas graves al concejal del Sinn Fein Larry O"Toole y a su hijo, informa Reuters.

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