¿Por qué Krasnoyarsk?
Lébed necesitaba un trampolín para el Kremlin, pero ¿por qué Krasnoyarsk? Después de todo, ni siquiera es de aquí, y en las presidenciales de 1996 sólo obtuvo el 14% de los votos, un punto por debajo de su media a nivel nacional. Pero hay varios factores que juegan a su favor.
Los habitantes de Krasnoyarsk han votado en los últimos años como el conjunto de Rusia, lo que convierte a la región en un laboratorio político. En las legislativas de 1995, los comunistas y nacionalistas obtuvieron aquí el 54% (53% a nivel nacional). En la primera vuelta de las presidenciales de 1996, Yeltsin obt...
Lébed necesitaba un trampolín para el Kremlin, pero ¿por qué Krasnoyarsk? Después de todo, ni siquiera es de aquí, y en las presidenciales de 1996 sólo obtuvo el 14% de los votos, un punto por debajo de su media a nivel nacional. Pero hay varios factores que juegan a su favor.
Laboratorio político.
Los habitantes de Krasnoyarsk han votado en los últimos años como el conjunto de Rusia, lo que convierte a la región en un laboratorio político. En las legislativas de 1995, los comunistas y nacionalistas obtuvieron aquí el 54% (53% a nivel nacional). En la primera vuelta de las presidenciales de 1996, Yeltsin obtuvo el 35%, Ziugánov el 29% y Lébed el 14%.
Tamaño, riqueza, autosuficiencia.
La región, con un tamaño que casi quintuplica al de España y que se extiende desde el Ártico hasta cerca de la frontera con Mongolia, es, pese a su reducida población (unos tres millones de habitantes), enormemente rica en recursos naturales . En teoría, podría ser autosuficiente.
Un asunto familiar.
Alexéi, el hermano menor de Alexandr Lébed, es el gobernador de la vecina Jakasia, rica en petróleo. Entre ambos casi podrían cerrar en mitad de Siberia el camino entre el este y el oeste de Rusia. Jakasia formaba parte hasta hace poco de Krasnoyarsk. En ambas regiones son numerosos los partidarios de la reunificación, que podría tener una buena oportunidad de concretarse con los hermanos Lébed en el poder.
Un enemigo batible.
El actual gobernador de la región, Valeri Zúbov, considerado un hombre de Yeltsin, lo ha hecho lo suficientemente mal en los últimos años como para convertirse en un candidato batible, aunque el apoyo de pesos pesados de la política nacional le ha puesto difícil la tarea al general.