Las televisiones transmiten valores inconstitucionales

Los niños reciben una constante exaltación de la violencia, según la CEACCU

Las cadenas españolas de televisión emiten constantemente programas con contenidos contrarios a los preconizados por la Constitución. Los niños son los principales receptores de ese tipo de programas exaltadores de la violencia, sobre todo en los dibujos animados y en las series. Un informe de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa (CEACCU) detectó, en sólo una semana, más de 100 incumplimientos del Código de Autorregulación.

Según numerosos estudios, la familia española ha hecho dejación de su papel como principal educador de los hijos, y esa función la han heredad...

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Las cadenas españolas de televisión emiten constantemente programas con contenidos contrarios a los preconizados por la Constitución. Los niños son los principales receptores de ese tipo de programas exaltadores de la violencia, sobre todo en los dibujos animados y en las series. Un informe de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa (CEACCU) detectó, en sólo una semana, más de 100 incumplimientos del Código de Autorregulación.

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Según numerosos estudios, la familia española ha hecho dejación de su papel como principal educador de los hijos, y esa función la han heredado el colegio y la televisión. El problema es que, mientras el colegio inculca unos valores de tolerancia acordes con la Constitución, la televisión -en su programación infantil de dibujos animados y series- transmite todo lo contrario: violencia, competitividad, hostilidad al diferente.«No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar», reconoce Lola Lara, autora del informe para CEACCU (400.000 socios) Televisión y derechos de los usuarios. Contenidos Infantiles. Publicidad . «Pero la sorpresa fue ver hasta qué punto los valores que se transmiten a los niños por la pantalla son hostiles a los que propugna la Constitución».

«Elaboramos, para el análisis, una ficha con 12 puntos de posibles incumplimientos», añade Lara. «Queríamos ver si había falta de respeto a la dignidad de la persona, actitudes de intolerancia o de discriminación, actitudes insolidarias, sexistas, antidemocráticas, mensajes perjudiciales para la paz, para el medio ambiente, exaltación de la competitividad, de la violencia. Y con sólo una semana al azar, del 20 al 26 de octubre del año pasado, nos encontramos más de 100 incumplimientos en la programación infantil de TVE-1, La2, Antena 3 y Tele 5. Hemos seguido las cadenas generalistas y no las autonómicas, pero los trasvases de programación son comunes».

Hubo casos en que los incumplimientos rebasaron todo límite. «En algunas series como la japonesa de dibujos Bola de Dragón (Antena 3)», dice Lara, «detectamos tantos ejemplos que es imposible cuantificarlos: se podrían calificar de un único y descomunal acto de violencia, con escenas de huesos que crujen y sangre que salpica».

O este diálogo, en un episodio modélico de xenofobia, de la serie Tao Tao (Antena 3): «Mono: "Ha traido un pájaro forastero. Auguro algo malo". Pandita Tao Tao: "Malo, ¿como qué?" Mono: "Me equivocaría mucho si nuestra pequeña Sirta no se ha enamorado". Tao Tao (mostrando perplejidad): "¡Enamorada de un pájaro forastero!" Mono: "¡De un monstruo! ¡Aaagg!"».

Empobrecimiento

«Hay una esquizofrenia social», advierte Lara. «Funcionan dos tipos de valores dominantes: los que expresa la Constitución, que condenan el racismo, la xenofobia, la desigualdad social, la discriminación sexual, etcétera, y por otro lado los que se propagan por la televisión y que en infinidad de ocasiones contradicen a los oficialmente defendidos. Y luego está una tremenda constante: la exaltación de la competitividad, que lo impregna todo. Y un inmenso empobrecimiento del lenguaje: los niños no dicen ocho veces por minuto guay, pero alguna presentadora de programas infantiles sí».Las series infantiles son claves en las programaciones. «Sería arriesgado para una productora», indica el estudio, «crear un protagonista que enarbolara la desigualdad social, los roles sexuales o la brutalidad como método educativo; pero lo cierto es que estos valores se transmiten en las series televisivas».

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