Economía llevará ante el juez a las empresas que tengan accidentes

El consejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, Luis Blázquez, no tiene una buena opinión de los constructores. "Me avergüenzo de la mentalidad de muchos empresarios. Prefieren pagar las multas y seguir trabajando a cumplir las normas de seguridad en la obra", dice el consejero. Para acabar con esta actitud, la Comunidad ha intensificado las inspecciones: en lo que va de año se han cerrado más de 40 tajos y se han impuesto multas por más de 800 millones de pesetas. "Vamos a empezar a exigir responsabilidades penales. Les he dado de plazo a los empresarios este mes de mayo para que...

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El consejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, Luis Blázquez, no tiene una buena opinión de los constructores. "Me avergüenzo de la mentalidad de muchos empresarios. Prefieren pagar las multas y seguir trabajando a cumplir las normas de seguridad en la obra", dice el consejero. Para acabar con esta actitud, la Comunidad ha intensificado las inspecciones: en lo que va de año se han cerrado más de 40 tajos y se han impuesto multas por más de 800 millones de pesetas. "Vamos a empezar a exigir responsabilidades penales. Les he dado de plazo a los empresarios este mes de mayo para que apliquen las leyes de seguridad y prevención de riesgos. A partir del 1 de junio, cada vez que se produzca una infracción y se origine un accidente llevaremos al responsable a los tribunales", anunció el consejero.Obreros y sindicatos reciben también su ración de crítica de Blázquez, a los que echa en cara su falta de colaboración: "En cinco meses sólo hemos recibido tres denuncias de irregularidades". Entre otra medidas, se ha comprometido a sacar un registro de empresas que hayan sido sancionadas.

"Si hay constructores que no cumplen la ley, que se les sancione. Lo que no se puede hacer es generalizar", se queja Francisco Ruano Tellaeche, vicepresidente de la patronal de constructores madrileños. En cualquier caso, Ruano sólo pone la mano en el fuego por los mil empresarios que pertenecen a su asociación y reconoce que es muy difícil controlar al resto de los más de doce mil constructores que operan en la región. Le molesta sobremanera que se utilice el apodo de pistolas para referirse a los contratistas, y está convencido de que la seguridad en las obras es una responsabilidad colectiva de empresarios, obreros y Administración.

"En España no hay cultura de la prevención. Cuando la seguridad falla, la culpa no es siempre del constructor", se defiende.

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