'CASO BANESTO'

El efecto dominó de las sociedades

Arturo Romaní comenzó con un primer día espectacular, por lo fantasioso, con los panameños, la CIA, la confidencialidad y los trapos sucios de sus contrincantes. Después, ha seguido en un perfil más bajo. Lo que le distingue de su amigo y socio, Mario Conde, es su idea de desarrollar una defensa penal, de la que el ex presidente de Banesto carece.Allí donde Conde hacía conferencias para ejecutivos de finanzas, Romaní se limita a contestar la pregunta que le formulan. Se le podrá creer o no, se podrá contrastar luego con los documentos y pericias o no, pero Romaní ha tejido sus coartadas. Mient...

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Arturo Romaní comenzó con un primer día espectacular, por lo fantasioso, con los panameños, la CIA, la confidencialidad y los trapos sucios de sus contrincantes. Después, ha seguido en un perfil más bajo. Lo que le distingue de su amigo y socio, Mario Conde, es su idea de desarrollar una defensa penal, de la que el ex presidente de Banesto carece.Allí donde Conde hacía conferencias para ejecutivos de finanzas, Romaní se limita a contestar la pregunta que le formulan. Se le podrá creer o no, se podrá contrastar luego con los documentos y pericias o no, pero Romaní ha tejido sus coartadas. Mientras que Conde es el hombre que nunca sabe nada , Romaní es el que hizo gran parte de las cosas por las cuales está en el banquillo nunca a espaldas de Conde. Romaní siempre choca en la misma piedra: las sociedades instrumentales de España, Suiza, Holanda y Liechtenstein. Éstas se le desploman en efecto dominó a poco que se meta el dedo en ellas.

Más información

Ayer, un letrado le preguntó por Jarnac Establishment (Vaduz, Liechtenstein):

-Si va usted por el insider trading (uso de información privilegiada) está equivocado..., dijo Romaní, poniéndose la venda antes de la herida. Lo cierto es que Jarnac compró y vendió acciones en España y muchos cientos de millones le fueron transferidos al exterior. En Jarnac es administrador Hans Gassner. Se trata del mismo que el de Fundación Levis, que tiene los casi 2.000 millones (valor actual) que pagó la multinacional Air Products en la Operación Carburos.

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