La policía detiene a dos personas en posesión de cuatro kilos de cocaína
Los policías de la sección de Estupefacientes de la Policía de Barcelona han llevado a cabo en los últimos días dos acciones que se saldaron con la detención de dos personas que llevaban consigo casi cuatro kilos de cocaína. El primero de los arrestados fue Ricardo C. S., de 37 años, el pasado jueves día 16. Los agentes le sorprendieron cuando acababa de retirar un aparato de música que le enviaban desde Florida (EE UU). Los cartones que envolvían el aparato eran acanalados, de esos que tienen una doble capa lisa de cartón y, entre capa y capa, unos canalillos. Pues bien, en el interior de...
Los policías de la sección de Estupefacientes de la Policía de Barcelona han llevado a cabo en los últimos días dos acciones que se saldaron con la detención de dos personas que llevaban consigo casi cuatro kilos de cocaína. El primero de los arrestados fue Ricardo C. S., de 37 años, el pasado jueves día 16. Los agentes le sorprendieron cuando acababa de retirar un aparato de música que le enviaban desde Florida (EE UU). Los cartones que envolvían el aparato eran acanalados, de esos que tienen una doble capa lisa de cartón y, entre capa y capa, unos canalillos. Pues bien, en el interior de estos canalillos alguien en Estados Unidos había colocado 91 pajitas de las de sorber refrescos convenientemente rellenas de cocaína. En total almacenaban 384 gramos de cocaína. En el posterior registro de la vivienda de Ricardo C. S., la policía encontró una balanza de precisión y sustancia que añadía a la cocaína para cortarla (alargarla). La segunda operación se saldó con la incautación de una cantidad mayor de cocaína -3,6 kilos-, pero el procedimiento para su entrada es usual. Mercedes G. O., de 37 años, fue detenida cuando llegó a Barcelona en un vuelo de Zúrich (Suiza) procedente de Sao Paulo (Brasil). Esta ruta y otras similares son calificadas de calientes por los expertos policiales porque tienen su origen en países productores de cocaína y son muy concurridas por los traficantes. Los camellos (transportistas) entran en Europa procedentes de estos países productores utilizando vías indirectas y dando rodeos para disimular. Mercedes G. O., con antecedentes policiales por acciones similares, llevaba la cocaína escondida en el doble fondo de una maleta.