Entrevista:

"La disciplina y la autoridad son los dos temas del futuro"

Fabricio Caivano (Barcelona, 1942) ha sido galardonado con el Premio Esteban S. Barcia de periodismo educativo. Licenciado en Derecho, diplomado en Sociología y titulado en Periodismo, fue fundador y director, desde su nacimiento en 1975, de la revista Cuadernos de Pedagogía, de la que fue despedido en marzo de 1997, cuando la publicación fue adquirida por un grupo editor internacional, un despido que ha sido declarado improcedente por un tribunal. Ha colaborado en casi todas las publicaciones especializadas y en multitud de medios de información general. Es uno de los más importantes e...

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Fabricio Caivano (Barcelona, 1942) ha sido galardonado con el Premio Esteban S. Barcia de periodismo educativo. Licenciado en Derecho, diplomado en Sociología y titulado en Periodismo, fue fundador y director, desde su nacimiento en 1975, de la revista Cuadernos de Pedagogía, de la que fue despedido en marzo de 1997, cuando la publicación fue adquirida por un grupo editor internacional, un despido que ha sido declarado improcedente por un tribunal. Ha colaborado en casi todas las publicaciones especializadas y en multitud de medios de información general. Es uno de los más importantes especialistas del país en el ámbito de la educación.Ahora, sin embargo, Caivano percibe una cierta confusión en el campo de la pedagogía teórica, en el ''lenguaje gerencial de la pedagogía". Cree que la educación ya no es propiedad de los especialistas, sino que hay que ponerla en el centro de la discusión política, y no le importa caer en lo políticamente incorrecto si es para reivindicar que "la disciplina y a autoridad son los dos temas del futuro".

Pregunta. ¿Cuál es su diagnóstico sobre la educación en España?

Respuesta. En estos momentos hay una inflación galopante de problemas en la educación Los maestros, con la reforma se han radicalizado; o asimilan la jerga o la rechazan radical Mente. Académicamente, el modelo se ha convertido en la referencia. Se ha impuesto lo que llamo el enguaje gerencial de la pedagogía. Las editoriales tienen un peso decisivo en el sector de los docentes que no tienen capacidad de crear su propio material, su propio temario, que son mayoría.

P. ¿Qué papel juega en ello la reforma educativa.?

R. La educación primaria funciona bastante bien. Es vocacional y, por ello, presta gran atención al alumno. El problema que ha surgido con la reforma es la mezcla de primaria y secundaria, que corresponde a dos estilos totalmente diferentes. La primaria, que originalmente era corta y destinada a los pobres, tiene un estilo propio. Pero al profesor de secundaria, que lo es porque no ha podido llegar a la universidad, le cuesta mucho más aplicar la pedagogía, le cuesta mucho bajar al terreno, pisar el suelo. No está acostumbrado.

P. ¿Qué entiende por pedagogía en este contexto?

R. La disciplina y la autoridad son los dos temas del futuro. Son problemas de orden público. La desintegración de la familia, la falta de socialización primaria, provoca una debilidad ética, y los maestros son quienes han de rellenar estos fallos. La soledad de los niños es un problema interclasista. El enemigo es la televisión. En la película Secretos del corazón se percibe cómo era la visión del mundo de un niño antes de la televisión. Pero los niños de ahora ya no tienen secretos, ni tampoco existe la figura del adulto que les dé un significado, si alguna vez los tienen.

P. Y está el problema de la violencia...

R. Sobre la violencia en la televisión existen varias teorías. Giovanni Sartori, en su libro Homo vídens, que es muy pesimista, acusa a la televisión de crear una visión fragmentaria del mundo, razón por la que el niño no tiene capacidad de construcción. De lo que se trata es de hacer una reflexión global y poner la educación en el centro de la política. Los niños españoles, por ejemplo, no saben articular un discurso, explicarse. Y esto no sucede en todas partes, los niños franceses o alemanes, por citar algunos, sí que disponen de un orden para poder explicarse.

P. ¿Cuál sería el marco de esta reflexión?

R. La educación consiste en cuatro principios básicos: enseñar a leer, a escribir, a contar en términos numéricos y a interpretar moralmente el mundo. Si la escuela sólo evalúa el crecimiento de la inteligencia, deja de lado el hecho de que la inteligencia es múltiple. Hay que repensar la tradición. Volver a construirla, modernizarla. La escuela progresista ha patinado en muchos aspectos. Por ejemplo, parece claro que el niño no debe ir a la escuela a divertirse. Los resultados de la escuela progresista no son buenos, en la práctica se ha reflejado en los valores actuales de buena parte de las clases medias.

P. ¿Considera que se está produciendo un retroceso en el nivel general de la sociedad?

R. Hay que leer el informe de la Unesco La educación encierra un tesoro, en el que se hace una propuesta que consiste en crear una buena y exigente escuela básica, y darle una gran importancia a la convivencia. Porque lo cierto es que no hay tradición ni siquiera en la etapa de crianza. Se ha roto la cadena de la transmisión oral de la tradición. Ya no hay madres o abuelas, o lo que sea, que transmitan a sus hijas los principios básicos de la crianza. Se hacen barbaridades, aberraciones. Por ejemplo hace poco en un hospital llegó una madre con su bebé muerto. Le había estado dando dos cucharadas de leche condensada al día hasta que le reventó el hígado. Hay una enorme inseguridad.

P. Sin embargo, parece que ésta es una sociedad que busca ante todo la seguridad.

R. El Estado de bienestar ha generado una dependencia y una dejación de responsabilidades por parte del ciudadano. Pero el paro, el desempleo, tiene un gran impacto en las familias y en la educación porque desestructura y crea angustia. Está comprobado que los niños bajan su rendimiento escolar, sacan peores notas, cuando su padre ha sido despedido recientemente.

P. ¿Considera que hay que revisar los clásicos principios progresistas en el campo de la educación?

R. La izquierda tiene que hacer una profunda autocrítica de su manera de interpretar la escuela. De la misma manera que hay que ir con mucho cuidado en los casos en los que se produce un seguidismo inflexible de los intereses sindicales, en perjuicio de los intereses generales. Todo esto se tiene que revisar y hay que reflexionar a fondo. Los maestros están desarmados, pero el sector de la educación debe tener muy en cuenta que delante de él, y a gran velocidad, se le acerca una reconversión, tan fuerte o más que la que sufrió la industria.

Pál sería el papel de los medios de comunicación?

R. Conocí bien a Esteban S. Barcia y lo pondría como ejemplo. Tenía una exigencia moral, tenía voluntad de divulgación y confirmaba que es más fácil que un periodista haga un buen trabajo de divulgación educativa que cualquier maestro. Los diarios y los medios de comunicación tienen la obligación de vulgarizar la información, no de hacerla para el consumo de los maestros, ni con el lenguaje de los profesionales, sino dirigida a los ciudadanos normales. Los debates sobre la educación deben ser en plan platónico. Es absolutamente necesario que los poderes públicos se convenzan de que la educación es lo que se sitúa en el centro de la sociedad.

P. ¿Cuál puede ser el papel de las nuevas tecnologías?

R. Creo que muy positivo y empiezo a detectar una buena disposición en algunos medios. Donde se abre un enorme campo es en los canales temáticos de televisión. Hay vídeos de la BBC que en 30 minutos explican magníficamente una serie de aspectos educativos, como, por ejemplo, cómo gatean los bebés y por qué, y cuál es la evolución. Un tipo de información de valor inapreciable porque, corno ya he dicho, se ha perdido casi todo el hilo de la transmisión de los conocimientos más elementales acumulados por la sociedad.

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