Kohl defiende el euro ante el Parlamento, aunque pide nuevos esfuerzos a los países más endeudados.

El canciller federal alemán, Helmut Kohl, instó ayer a la Cámara Baja alemana, el Bundestag, a votar en favor de la adopción del euro el primero de enero de 1999 y aprovechar así una "oportunidad histórica única", al tiempo que pidió a los países más endeudados que van a formar parte de la moneda única que continúen sus esfuerzos presupuestarios. Por su parte, el Tribunal Constitucional alemán allanó el último obstáculo jurídico, al rechazar un recurso contra la moneda única presentado el pasado mes de enero por cuatro catedráticos alemanes de Economía.

En una declaración oficial, Kohl ...

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El canciller federal alemán, Helmut Kohl, instó ayer a la Cámara Baja alemana, el Bundestag, a votar en favor de la adopción del euro el primero de enero de 1999 y aprovechar así una "oportunidad histórica única", al tiempo que pidió a los países más endeudados que van a formar parte de la moneda única que continúen sus esfuerzos presupuestarios. Por su parte, el Tribunal Constitucional alemán allanó el último obstáculo jurídico, al rechazar un recurso contra la moneda única presentado el pasado mes de enero por cuatro catedráticos alemanes de Economía.

En una declaración oficial, Kohl afirmó que el comienzo de la Unión Económica y Monetaria (UEM) es "un hito histórico en el proceso de integración europea" comparable a la caída del imperio comunista soviético y, para Alemania, "la más significativa decisión desde la reunificación del país". "Estamos en el buen camino para la construcción de la Casa Europa, una casa que si no está completa se derrumba", dijo el canciller, que destacó que la Unión Europea necesita el euro para coronar la integración económica que se está materializando en el mercado interior. Kohl, sin embargo, instó a los futuros participantes en el euro que presentan un fuerte endeudamiento público a continuar el saneamiento de sus finanzas. "El Gobierno alemán parte del principio que los Estados que tienen un alto nivel de endeudamiento van a continuar con su estrategia de consolidación presupuestaria con energía y que podrán demostrarlo", afirmó.

Tras recordar la visión de futuro de la unidad europea del primer canciller federal, Konrad Adenauer, Kohl añadió que tras la ampliación de la UE y de la OTAN hacia el este, la moneda única es el segundo objetivo más importante para "superar definitivamente la guerra fría que ha separado al continente europeo" durante casi medio siglo.

Constantemente interrumpido por los aplausos de sus correligionarios de la coalición gubernamental democristiana (CDU-CSU) y liberal (FDP), Kohl aprovechó la ocasión para criticar al partido de la oposición, el socialdemócrata (SPD) en clara clave electoral ante los comicios generales del próximo mes de septiembre. Kohl acusó de practicar "un populismo barato para sembrar miedo" a Gerhard Schröeder, el candidato a canciller del SPD, por sus recientes declaraciones en las que calificó la próxima introducción del euro de "nacimiento prematuro y enfermizo" y dijo que será una amenaza para el empleo.

El canciller señaló asimismo que el SPD, en su reticencia frente a la unión monetaria, está aislado respecto a los principales primeros ministros socialdemócratas, los de Holanda, Reino Unido, Francia y Portugal, así como de "mi buen amigo Felipe González, actual vicepresidente de la Internacional Socialista".

En su alocución, que terminó pidiendo la aprobación de la introducción del euro para 11 Estados de la UE, Kohl mostró su abierta comprensión frente a la dificultad que los ciudadanos alemanes tienen para abandonar su moneda "el marco, al que asocian con 50 años de paz, libertad, prosperidad y estabilidad". El canciller explicó que su Gobierno ha luchado tenazmente en la UE para hacer injustificados estos temores y para lograr imponer el respeto estricto de los criterios de convergencia que garanticen que "el euro sea tan estable y seguro como el marco y sea una moneda de estabilidad duradera".

Por su parte, el presidente del SPD, Oskar Lafontaine, aseguró que su partido comparte los objetivos sobre el curo como ocasión histórica para el continente y para el trabajo y el bienestar, pero rechazó las críticas de populismo lanzadas por Kohl contra Schröeder. Tras destacar que los ex primeros ministros socialdemócratas Willy Brandt y Helmut Schmidt habían sido fundamentales para la concepción de una moneda única europea, La-fontaine advirtió que la introducción del euro no garantiza por sí misma la creación de puestos de trabajo.

El discurso de Kohl y el debate parlamentario coincidieron con el anuncio de la decisión del Tribunal Constitucional de desestimar la demanda encabezada por cuatro catedráticos de Economía alemanes, que consideran que el euro pone en peligro la estabilidad del marco.

Los magistrados del Constitucional tacharon de infundado el argumento de los recurrentes, quienes defendían que con la introducción "precipitada" de la moneda única no se puede garantizar la estabilidad monetaria, que a su vez es el objetivo fundamental del proyecto de la unión monetaria.

Karl Albrech Schachtschneider, uno de los catedráticos demandantes, criticó con dureza la decisión del Tribunal Constitucional, que calificó de "rechazo a la protección jurídica". El Gobierno federal, en cambio, se sintió respaldado y el ministro de Finanzas, Theo Waigel, señaló que la sentencia es una "grave derrota" para los detractores de la moneda única europea. "El dictamen del tribunal ha puesto de manifiesto que todo reparo contra el euro no tiene fundamento jurídico", añadió el ministro.

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