Los etarras tenía preparados un coche bomba y una lapa y datos sobre la alcaldesa de Sevilla

Los tres terroristas detenidos en Sevilla ya tenían preparadas para su uso inmediato una bomba lapa con los imanes colocados, así como una olla cargada de explosivo, amerital (potenciador) y metralla para montar un coche bomba. Los activistas, además, tenían abundante información sobre concejales del PP, especialmente de la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, así como una carpeta rotulada con la palabra picos, en alusión a la Guardia Civil, según fuentes de la investigación. Éstas dan por prácticamente seguro que entre los detenidos, que dormían con la pistola bajo la almohada, está el p...

Los tres terroristas detenidos en Sevilla ya tenían preparadas para su uso inmediato una bomba lapa con los imanes colocados, así como una olla cargada de explosivo, amerital (potenciador) y metralla para montar un coche bomba. Los activistas, además, tenían abundante información sobre concejales del PP, especialmente de la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, así como una carpeta rotulada con la palabra picos, en alusión a la Guardia Civil, según fuentes de la investigación. Éstas dan por prácticamente seguro que entre los detenidos, que dormían con la pistola bajo la almohada, está el presunto asesino de Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, pese a lo cual esperarán a las pruebas balísticas para confirmarlo.

La enorme cantidad de material terrorista encontrado en el piso de la calle José Laguillo, que anoche seguía siendo registrado en presencia de la etarra María Teres a Pedrosa, desconcertó en un primer momento a los investigadores. Una de las primeras hipótesis barajadas apunta a que los etarras pretendían montar otra base de operaciones en Andalucía, posiblemente en Málaga, hacia donde pensaban enviar gran cantidad de explosivos, según Interior.No se ha podido precisar el uso que ETA pensaba dar al fusil de precisión Mannlicher-M, considerado "una joya de arma". Este fusil estaba equipado con una mira telescópica de fabricación rusa, así como con un trípode bastante similar al arma que ETA quiso utilizar para atentar contra el Rey en Palma. Pero se descarta que don Juan Carlos, que visitará Sevilla pasado mañana, fuera nuevamente objetivo de la banda.

Dentro de la vivienda había un auténtico arsenal, carpetas con documentación, entre ellas una más detallada sobre la alcaldesa Soledad Becerril, y placas de matrícula falsas de Granada, Madrid, Córdoba y Badajoz. Esto permite suponer que los terroristas planeaban ampliar su radio de acción a Extremadura.

Esta operación ha servido para resolver la duda sobre si existía un comando estable de ETA en Andalucía. En los dos últimos años, Interior ha negado la existencia de este grupo estable y sólo ha admitido la posibilidad de que los terroristas tuviesen, como mucho, un soporte informativo.

Desde enero de 1992 hasta mayo de 1996, la banda terrorista no cometió ningún atentado en Andalucía, pero a partir de esta fecha las acciones se sucedieron regularmente, hasta un total de 12 en apenas dos años. A este grupo se le relaciona con la muerte de cuatro personas. Las últimas fueron el concejal del PP de Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García.

Fue el 20 de mayo de 1996 cuando reapareció ETA en Andalucía con un atentado mortal: Miguel Ángel Ayllón, sargento de una unidad adscrita al Euroejército, murió en Córdoba al explotar una bombá. Fue el primer atentado con el que ETA saludó la victoria del Partido Popular en las elecciones del 3 de marzo. El subdelegado del Gobierno en Córdoba, José Antonio Linares, avanzó ayer que los detenidos están implicados en ese atentado.

A partir de esa fecha, y durante 1996, se produjeron atentados en Granada, Jaén y Málaga. La reaparición de los terroristas fue el 10 febrero de 1997 en Granada, donde un coche bomba que explotó al paso de un furgón militar causó la muerte al peluquero Domingo Puente, trabajador civil en la base aérea de Annilla (Granada).

Durante 1997, ETA vuelve a presentar su siniestra tarjeta de visita en Andalucía. En Sevilla, el 22 de febrero, un albañil sufre heridas graves por una bomba oculta en una obra cercana a la estación de Santa Justa. En junio, un funcionario de prisiones de Granada detecta una bomba debajo de su automóvil, que es explosionada por la policía. Ya en septiembre, los terroristas intentan asesinar al alcalde de Rincón de la Victoria, José María Gómez Muñoz, y al concejal Francisco Robles, ambos del PP, con la colocación de bombas-lapa.

El último asesinato de los etarras en Andalucía, el 30 de enero pasado, confirmó la existencia de una estructura estable de ETA en la comunidad. Ese día, mató a tiros a Jiménez-Becerril y su esposa en pleno centro de Sevilla.

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo ayer en Bergara (Guipúzcoa) a Pilar Aguirre Garay por su presunta vinculación al comando Araba de ETA, según informó la Delegación del Gobierno en Euskadi. Son ya 13 las personas arrestadas en los últimos tres días en el País Vasco en relación con el citado grupo terrorista.