Una mujer reúne sola 50.000 firmas contra el recorte de pensiones a las viudas

¿Por qué una mujer tiene que salir adelante con el 45 por ciento de la pensión que cobra su marido jubilado si éste fallece y, en cambio, si muere ella, él sigue cobrando el 100%? ¿Acaso el recibo de alquiler se reduce para la viuda? ¿Quizá se dejan de pagar luz, agua y teléfono? Preguntas de este tipo se hace Pilar Mora, una mujer de 74 años de edad que desde hace un par de años ha emprendido una batalla particular para conseguir la igualdad entre viudo y viuda en cuanto a la pensiones. De momento, 50.000 personas, con su firma, respaldan la iniciativa de esta mujer en la que está involuc...

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¿Por qué una mujer tiene que salir adelante con el 45 por ciento de la pensión que cobra su marido jubilado si éste fallece y, en cambio, si muere ella, él sigue cobrando el 100%? ¿Acaso el recibo de alquiler se reduce para la viuda? ¿Quizá se dejan de pagar luz, agua y teléfono? Preguntas de este tipo se hace Pilar Mora, una mujer de 74 años de edad que desde hace un par de años ha emprendido una batalla particular para conseguir la igualdad entre viudo y viuda en cuanto a la pensiones. De momento, 50.000 personas, con su firma, respaldan la iniciativa de esta mujer en la que está involucrado su marido, Pere Fernández, de 78 años.Ellos mismos se ponen como ejemplo de su reivindicación. El marido se jubiló a los 65 años. "Después de trabajar casi 25 como asalariado en una empresa y pagar los seguros de autónomos por un pequeño negocio -una tienda infantil que en realidad llevaba ella- me ha quedado una pensión de 67.000 pesetas", cuenta Pere.

"El caso es que si muero antes yo, él sigue cobrando lo mismo. Si, por el contrario, él se va antes, la pensión que me quedará a mí será inferior", explica ella. En el caso de esta mujer, la pensión que le quedaría sería la mínima, 55.980 pesetas para las personas de 65 años o más, según el decreto de revalorizaciones de pensiones aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de enero. Sin embargo, esta mujer insiste en que "lo justo" sería cobrar el 100%. "Estarnos hablando de pensiones de jubilación que ya son bajas y con las que apenas se puede vivir", subraya Pilar. "Menos mal", continúa,"que tenemos el alquiler de la tienda que nos ayuda, aunque hay mucha gente que no tiene nada más". Está convencida que son muchas las mujeres de su generación que piensan igual que ella: mujeres que se han dedicado al hogar y a los hijos.

"O como es mi caso. Yo llevaba la tienda, pero estaba a nombre de mi marido y el que cotizaba era él. Si hubiera sido en estos tiempos, el negocio estaría a mi nombre y tendría derecho a una pensión después de cotizar como autónomo", reflexiona.

Cientos de firmas

Pilar Mora se ha dirigido a partidos políticos, entidades e instituciones exponiendo su iniciativa. Y en la recogida de firmas ha contado con la colaboración de numerosos centros de la tercera edad. "La Federación de Asociaciones de la Tercera Edad de Catalunya (FATEC) nos ha ayudado mucho para distribuir las hojas para las firmas" precisa la mujer que no dudó en plantarse en una universidad para recoger firmas en favor de su causa."La gente joven es muy sensible", explica."En cambio, las más reacias a firmar y poner el DNI son precisamente las mujeres más mayores. Parece que tienen miedo", apunta Pere.

En cuanto a los partidos políticos, las posturas a la iniciativa de Pilar han sido dispares. Desde una carta de Felipe González asegurando que desde la oposición seguiría trabajando para conseguir más mejoras en pensiones, hasta el envío del programa electoral de Izquierda Unida como respuesta a su iniciativa. Esquerra Republicana contestó que plantearía la reivindicación ante el Parlament catalán para que éste la trasladara a las Cortes. "Los del Partido Popular replicaron que no hay tanto dinero para tantas pensiones. Pues que lo quiten del juego", zanja Pilar Mora.

Otros partidos, como Iniciativa per Catalunya, y la presidencia del Gobierno de la Generalitat, les han contestado amablemente. "Pero lo que necesitamos es que nos apoyen proponiéndolo en el Congreso o reunir medio millón de firmas. Y en eso estamos", remacha el marido.

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