La madre de Lewinsky sufre una crisis nerviosa en su declaración

Marcia Lewis, la madre de Monica Lewinsky, se ha convertido en el símbolo de hasta qué punto puede ser inquisitorial el sistema judicial norteamericano. Lewis, según certificó un médico, no se sentía ayer física y emocionalmente en condiciones de declarar por tercer día consecutivo ante el Gran Jurado de Washington que investiga las supuestas relaciones sexuales de su hija con el presidente Bill Clinton. El día anterior, víctima de una crisis nerviosa, tuvo que interrumpir su comparecencia.

"Ninguna madre debería ser obligada por fiscales federales a declarar contra sus propios hijo...

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Marcia Lewis, la madre de Monica Lewinsky, se ha convertido en el símbolo de hasta qué punto puede ser inquisitorial el sistema judicial norteamericano. Lewis, según certificó un médico, no se sentía ayer física y emocionalmente en condiciones de declarar por tercer día consecutivo ante el Gran Jurado de Washington que investiga las supuestas relaciones sexuales de su hija con el presidente Bill Clinton. El día anterior, víctima de una crisis nerviosa, tuvo que interrumpir su comparecencia.

"Ninguna madre debería ser obligada por fiscales federales a declarar contra sus propios hijos", declaró Billy Martin, el abogado de Lewis. Y es que el martes y el miércoles, Lewis, autora de un libro sobre los Tres Tenores en el que insinuaba haber tenido una aventura con Plácido Domingo, fue interrogada sin piedad por los ayudantes del fiscal Starr sobre lo que sabe de las relaciones entre su hija y Clinton.

El contenido de las declaraciones de Lewis no había trascendido ayer, pero se sabe que los investigadores desean confirmar que Monica le contó a su madre lo mismo que a su amiga Linda Tripp: que practicó el sexo oral con el presidente en plena Casa Blanca y que éste la empujó a que lo desmintiera bajo juramento. Lo que diga Lewis no será utilizado en su contra, pero sí podría constituir material acusatorio en contra de su hija.

Si Monica Lewinsky no coopera con Starr, el fiscal independiente puede acusarla de perjurio o de obstrucción a la justicia. Para evitar esa situación, Starr y el abogado de Lewinsky, William Ginsburg, tienen que ultimar el pacto que negocian a cuchilladas desde hace tres semanas.

Lewis Fox, el ex agente del Servicio Secreto que contó a The Washington Post que vio cómo Lewinsky pasaba en el Despacho Oval más de 40 minutos una tarde de sábado, compareció ayer ante el Gran Jurado durante unos 30 minutos. Starr también ha enviado citaciones a otros agentes en activo del Servicio Secreto, la guardia pretoriana del presidente.

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