Reportaje:

Contar con Madrid

La VIII Muestra de Narración Oral Escénica reúne a 30 contadores de España y América Latina

Esta historia comienza en un claro del bosque cerca de La Habana hace 38 años y todavía no ha llegado a su fin. Corrían los años sesenta. Teresita Fernández, una joya de la canción cubana, y Francisco Garzón Céspedes, un joven con complejo de flautista de Hamelín, reunían domingo tras domingo a cientos de personas alrededor de la Peña de los Juglares y allí les contaban cuentos. Primero se dirigían a los niños, pero, después, al ver las ganas reprimidas de participación que les quedaba en el rostro a los adultos, Francisco decidió emprender una cruzada y entregarse a contar para los...

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Esta historia comienza en un claro del bosque cerca de La Habana hace 38 años y todavía no ha llegado a su fin. Corrían los años sesenta. Teresita Fernández, una joya de la canción cubana, y Francisco Garzón Céspedes, un joven con complejo de flautista de Hamelín, reunían domingo tras domingo a cientos de personas alrededor de la Peña de los Juglares y allí les contaban cuentos. Primero se dirigían a los niños, pero, después, al ver las ganas reprimidas de participación que les quedaba en el rostro a los adultos, Francisco decidió emprender una cruzada y entregarse a contar para los mayores.

Por allí incluso se dejaban caer Julio Cortázar y Mario Benedetti para escucharles las historias que ellos habían escrito. Hoy, Garzón dirige un ejército de más de doscientos contadores entre América Latina y España, 30 de los cuales participan en la VIII Muestra de Narración Oral Escénica que se celebra en Madrid hasta el día 22 de este mes.

Pedro Mario López, cubano parlanchín y sobreviviente de dos amagos de accidentes de avión, era uno de esos jóvenes que quedaba atrapado por las historias en la peña. Ahora se dedica también a contar, y el viernes pasado lo ha hecho en el Centro Cultural de la Villa junto a Gerardo Méndez (Colombia), Ana Victoria Garro (Costa Rica), Sonia Riera (Cuba) y Patricia y Francisco de la Lama (México). Son seis de los mejores contadores del mundo que se han venido a Madrid, "centro solidario de la narración oral", según Garzón, con las maletas cargadas de historias para embelesar, enseñar y capturar adeptos que queden atrapados por la magia de las palabras y la comunicación. "Ése es el principal reto de la narración oral", afirma Garzón, el maestro, entre la aprobación de sus pupilos, "pretendemos recuperar el placer de la oralidad en un mundo que ha perdido las ganas de hablar y de comunicarse". Para ello, además de las actuaciones -"contadas", dicen ellos-, la pasión por contar cuentos se agarra en los talleres que imparten Garzón y sus colaboradores. Patricia y Francisco de la Lama llevan el veneno de la narración oral en la sangre, hasta tal punto que un hijo suyo ha tenido que retrasar su boda para dejarles venir a Madrid. Francisco, un ingeniero entrado en la sesentena, asegura que contar le "ha cambiado la vida".

Gerardo Méndez, actor colombiano afincado en México, presume de "vivir del cuento" porque desde hace 10 años recorre esos mundos de Dios con narraciones prestadas que hace suyas. Todos ellos -y quienes les escuchen- contribuirán a poner el punto final a esta historia que, según Garzón, "podría tener un broche feliz" si consiguieran "que la gente se contara más cosas y fuese más solidaria"

VIII Muestra de Narración Oral. Centro Cultural de la Villa. Cursos e información en el teléfono 448 79 06.

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