Cuevas plantea cambios en la ley para que los jueces no intervengan en los despidos

José María Cuevas inició ayer su quinto mandato al frente de la patronal CEOE reclamando al Gobierno una reforma del "anticuado e ineficaz funcionamiento de la Administración judicial en el campo laboral". En concreto, planteó cambios en las leyes para que los jueces no entren a valorar si los despidos son o no procedentes, ya que se trata de "una decisión empresarial". Ante los ministros de Economía, Rodrigo Rato, y Trabajo, Javier Arenas, pidió también una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales y revisar la financiación de las pensiones, la sanidad y el desempleo. Rato se limitó a ...

José María Cuevas inició ayer su quinto mandato al frente de la patronal CEOE reclamando al Gobierno una reforma del "anticuado e ineficaz funcionamiento de la Administración judicial en el campo laboral". En concreto, planteó cambios en las leyes para que los jueces no entren a valorar si los despidos son o no procedentes, ya que se trata de "una decisión empresarial". Ante los ministros de Economía, Rodrigo Rato, y Trabajo, Javier Arenas, pidió también una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales y revisar la financiación de las pensiones, la sanidad y el desempleo. Rato se limitó a decir que la reforma laboral de 1997 "es un paso importante, pero no el último" y que la reducción de cuotas seguirá siendo selectiva.

El presidente de la patronal no disimuló ayer que los empresarios están cómodos con el Gobierno del Partido Popular. José María Cuevas hizo un balance de estos dos últimos años lleno de logros, que han conducido a España a ser "una sociedad más parecida a aquella en la que nosotros creemos". Unos logros que, a su juicio, "completan el círculo virtuoso en el que se basa la cultura de la estabilidad".En ese paquete incluye haber alcanzado todos los criterios de convergencia; una economía "más libre, más estable y más competitiva"; el haber ganado cuotas en los mercados internacionales o la "extraordinaria contención" del déficit público. Pese a ese brillante panorama de la economía española que perciben los empresarios, Cuevas aprovechó la Asamblea General de CEOE y la presencia de los ministros Rato y Arenas para dejar claro que hay otras "cuestiones pendientes" para estos cuatro años de su quinto mandato como presidente de CEOE.

Ante la próxima reforma de la fiscalidad, CEOE reclama de nuevo la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, como mejor fórmula de fomento del empleo, y del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), así como la reforma del gasto público en pensiones, sanidad y desempleo.

En cambio, rechazó otra fórmula para crear empleo planteada por los gobiernos de Francia e Italia: la jornada semanal laboral de 35 horas. Cuevas cree que "no constituye una solución", como tampoco lo es "la creación artificial de empleo en el sector público".

Los resultados de la reforma laboral de 1997 le parecen "alentadores", y afirmó que las causas y las indemnizaciones del despido ahora son "homologables a la legislación europea". Sin embargo, el presidente de CEOE cree que se debe avanzar en otras materias y abrió un nuevo debate sobre el despido: "Es anticuado e ineficaz el funcionamiento de la Administración judicial en el campo laboral".

Tras concluir la asamblea, Cuevas explicó que ése es un elemento que nos diferencia de otros países comunitarios: "La intervención de los órganos judiciales no se suelen producir en Europa. En España, con procedimientos muy lentos, las sentencias [sobre despido] entran a valorar lo que es una decisión del empresario". Para el dirigente empresarial, un ejemplo claro es lo que ocurrió cuando Renault tomó la decisión de cerrar la factoría de Vilvoorde, y despidió a toda su plantilla. Allí, recordó Cuevas, los jueces intervinieron porque no se habían cumplido determinadas garantías, como la consulta previa a los representantes de los trabajadores, pero no entraron a juzgar si la decisión empresarial de despedir a los operarios era correcta o incorrecta. Eso es lo que plantea para España; que se elimine de las leyes lo que califica como "un elemento de distorsión" y que los órganos. judiciales no intervengan en el despido, que él califica de "decisión empresarial".

Cuevas lanzó, asimismo, una llamada de atención sobre el desarrollo autonómico y reclamó "que se preserve la unidad de mercado y la vigencia de normas armónicas en materia fiscal, laboral, administrativa o social en el conjunto de España". En este sentido, pidió a los empresarios que no den ningún paso que contribuya a deteriorar ese principio de la unidad de mercado, aun invocando las diferencias entre regiones. El ministro Rato no dio apenas respuesta a las demandas de Cuevas. Sobre la reducción de cuotas sociales, reiteró que no se podrá abordar hasta que no culmine la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, aunque en 1998 se va a producir una rebaja del 1%, de forma selectiva y para los contratos fijos con despido reducido. En su intervención ante la asamblea empresarial, Rato afirmó que la intención del Gobierno es avanzar en la reforma laboral, pero mediante el diálogo con los agentes sociales.