Los inmigrantes acuden a los centros locales de salud ante el veto del lnsalud

Los inmigrantes irregulares tienen vetado el acceso a la red del Insalud, salvo en las urgencias hospitalarias o en atenciones puntuales debidas a la buena voluntad de los sanitarios. Mientras, otros dispensarios oficiales, como los 13 Centros Integrados de Salud (CIS) del Ayuntamiento de Madrid, han abierto sus puertas a estos pacientes sin cartilla sanitaria. En un año han registrado 21.257 consultas a extranjeros, la mayoría en programas de salud materno-infantil.

El problema surge cuando estos pacientes precisan atenciones especializadas de las que carecen estos centros locales....

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Los inmigrantes irregulares tienen vetado el acceso a la red del Insalud, salvo en las urgencias hospitalarias o en atenciones puntuales debidas a la buena voluntad de los sanitarios. Mientras, otros dispensarios oficiales, como los 13 Centros Integrados de Salud (CIS) del Ayuntamiento de Madrid, han abierto sus puertas a estos pacientes sin cartilla sanitaria. En un año han registrado 21.257 consultas a extranjeros, la mayoría en programas de salud materno-infantil.

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El problema surge cuando estos pacientes precisan atenciones especializadas de las que carecen estos centros locales. La atención sanitaria en los CIS municipales abarca sólo una serie de campos. Se prestan servicios de planificación familiar, ginecología, obstetricia y pediatría y se realizan también análisis y pruebas radiológicas. Esta asistencia se ofrece a través de tres programas de planificación familiar, salud materno-infantil y el denominado del niño de riesgo (para chavales de ambientes empobrecidos o marginados).Existe además un servicio de urgencias con cirugía menor y traumatología. Se trata de atenciones dirigidas a todos los madrileños, pero en los que la presencia de inmigrantes irregulares es creciente por su imposibilidad de acceder a la red del Insalud. La información sobre estos centros se ofrece en el teléfono 010.

Sandra, de 25 años, y Francisco, de 31, son una pareja de inmigrantes colombianos en situación irregular que, en medio de todas las dificultades, esperan ilusionados el nacimiento de su primer hijo. Ni ella, que en un año que lleva en Madrid se dedica al arreglo de ropas en casa, ni él, que lleva dos años dedicado al reparto de propaganda y a otros trabajos inestables, han conseguido un contrato laboral que les permita obtener la residencia.

Vigilar el embarazo

Como carecen de cartilla de la Seguridad acuden al dispensario municipal de Montesa (Salamanca) a vigilar el embarazo de Sandra. "Nos enteramos por una amiga de que aquí atendían a mujeres embarazadas sin cartilla y estamos contentos", explican.El jefe del Servicio de Salud municipal, Antonio Prieto, explica que surgen graves problemas cuando estos inmigrantes precisan algún tipo de especialidad sanitaria que no se presta en los CIS, como cardiología o urología. "Entonces lo que hacemos es llamar a algún médico amigo para que los atienda porque no existe ningún convenio con el Insalud para estas derivaciones, aunque es verdad que, por ejemplo, en el hospital Gregorio Marañón (de la Comunidad) nos aceptan sin pegas a todos los pacientes que enviamos", añade.

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"A veces algún hospital envía al inmigrante una factura y éste se pega un buen susto porque, lógicamente, no tiene el dinero que le piden, pero si no paga no pasa nada", apostilla. "También a nosotros nos han pasado alguna factura", concluye Prieto. El Ayuntamiento recibe una subvención del Ministerio de Asuntos Sociales para adquirir fármacos para atender a inmigrantes.

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