Cartas al director

Un cóctel revolucionario

Cuba libre con unas gotas de Lácrima Christi. El miedo de Lutero en los ojos de Fidel. Un Papa para el terror infernal de un presidente. Un miedo contagioso. Un cura raso no basta. El Papa es una buena excusa para confesarse sin que se note. La curia se aprovecha. Se viste de carnaval. O de lo que sea. Cualquier resquicio es bueno. El cielo de La Habana tiene goteras de agua bendita. Un castro con guardia suiza para un Castro miedoso. Del diablo. De sus diablos propios y de los heredados. Los extremos se tocan. Los fanatismos se dan la mano. Jesucristo fue el mejor comunista. Castro le acaba d...

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Cuba libre con unas gotas de Lácrima Christi. El miedo de Lutero en los ojos de Fidel. Un Papa para el terror infernal de un presidente. Un miedo contagioso. Un cura raso no basta. El Papa es una buena excusa para confesarse sin que se note. La curia se aprovecha. Se viste de carnaval. O de lo que sea. Cualquier resquicio es bueno. El cielo de La Habana tiene goteras de agua bendita. Un castro con guardia suiza para un Castro miedoso. Del diablo. De sus diablos propios y de los heredados. Los extremos se tocan. Los fanatismos se dan la mano. Jesucristo fue el mejor comunista. Castro le acaba de traicionar.Lácrima Christi con coca-cola americana y ron caribeño. La tentación de Cristo en el desierto ético de La Habana. Un oscar para el mejor actor. Evita con el Che y el Wojtyla. Y miles de extras. De gente que sobra porque no hay para todos. Jesucristo ha perdido su cruz, pero no su carisma. Vacaciones fuera de Roma para un Papa rico y viejo. El Vaticano viejo. La Habana nueva.

Todo mentira. Un teatro de cibernéticos. Fe cuando no hay pan. Canto de cisne para dos. Silencio, se comulga. ¿O no?

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