La revuelta de los parados mina la popularidad de Lionel Jospin

El conflicto de los parados parece explicar la súbita caída de la popularidad del primer ministro Lionel Jospin y del resto del Gobierno socialista, de la que da cuenta en su próximo número el semanario Le Point. De acuerdo con el sondeo, realizado el 9 y el 10 de ese mes, el 70% de los franceses consideran justificada la continuidad del movimiento de los parados, y el 54% desaprueban la actitud con que el Ejecutivo ha abordado el conflicto. La mayoría, el 55%, opina que las indemnizaciones a los desempleados son insuficientes.El porcentaje de franceses que juzgan positiva la labor de Lionel J...

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El conflicto de los parados parece explicar la súbita caída de la popularidad del primer ministro Lionel Jospin y del resto del Gobierno socialista, de la que da cuenta en su próximo número el semanario Le Point. De acuerdo con el sondeo, realizado el 9 y el 10 de ese mes, el 70% de los franceses consideran justificada la continuidad del movimiento de los parados, y el 54% desaprueban la actitud con que el Ejecutivo ha abordado el conflicto. La mayoría, el 55%, opina que las indemnizaciones a los desempleados son insuficientes.El porcentaje de franceses que juzgan positiva la labor de Lionel Jospin se sitúa actualmente en el 51%, seis puntos menos del apoyo con que contaba hace un mes. Quien más acusa el desgaste provocado por el conflicto de parados es la ministra de Empleo, Martine Aubry. La número dos. del Ejecutivo dispone actualmente de una popularidad del 50%, frente al 60% del sondeo anterior.

También el presidente de la República, Jacques Chirac, ve erosionada su popularidad en cuatro puntos para situarse en el 47%. El secretario general del Partido Comunista de Francia, Robert Hue, y la ministra de los verdes, Dominique Voynet, comprometidos en el apoyo al movimiento de los parados, pierden igualmente 10 y 9 puntos en el índice de popularidad.

La necesidad de reafirmarse a la cabeza del Ejecutivo, de reagrupar al Gobierno de la "izquierda plural" subrayando las diferencias con el adversario común, explica, probablemente el paso dado el miércoles por Lionel Jospin, cuando afirmó en la Asamblea que la derecha no fue antiesclavista ni partidaria de Richard Dreyfus, el capitán del Ejército francés acusado falsamente de alta traición, que fue defendido enérgicamente por Émile Zola en su artículo Yo acuso. La acusación de Jospin, criticada unánimemente por los medios de comunicación franceses, exasperó a los parlamentarios de la oposición, que abandonaron en bloque sus escaños reclamando a gritos su dimisión. Ayer Jospin se mostró dispuesto a "lamentar" el incidente.

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