La 'tercera vía'
La presidencia europea coincide con una importante cumbre del Grupo de los Ocho, el club de los países más ricos y Rusia. Se celebra en Birmingham, en mayo, y girará en tomo al empleo. Con Bill Clinton, aliado natural de Tony Blair, entre los asistentes, el primer ministro británico encontrará el foro adecuado para difundir su llamada tercera vía, esa ruta de la izquierda centrista que define la solidaridad social y la cohesión como complemento de la economía de mercado.Blair ve en la tercera vía su principal contribución al debate europeo. En oposición al primer ministro francés...
La presidencia europea coincide con una importante cumbre del Grupo de los Ocho, el club de los países más ricos y Rusia. Se celebra en Birmingham, en mayo, y girará en tomo al empleo. Con Bill Clinton, aliado natural de Tony Blair, entre los asistentes, el primer ministro británico encontrará el foro adecuado para difundir su llamada tercera vía, esa ruta de la izquierda centrista que define la solidaridad social y la cohesión como complemento de la economía de mercado.Blair ve en la tercera vía su principal contribución al debate europeo. En oposición al primer ministro francés, Lionel Jospin, y sus propuestas sobre el recorte de la semana laboral e intervención estatal en la creación de empleo, Blair defiende la creación de oportunidades para todos y, en especial, para la masa de desempleados. "El Estado debe procurar el escenario para que cada uno se ayude a sí mismo", dijo el ministro británico de Hacienda, Gordon Brown.
Las oportunidades no se crean regulando las normativas laborales ni incentivando el desempleo con generosos subsidios estatales, sino promocionando la educación, defiende el Ejecutivo laborista. Blair se estrena en la silla presidencial del Consejo de Europa con el mensaje de que el futuro se asienta en la reforma de las instituciones educativas. Lograr la cooperación de la industria de forma que se cree un sistema dinámico en el campo de la educación permitirá que la población laboral esté mejor preparada para enfrentarse a la sociedad tecnológica. Con ello se dará un nuevo empuje a la economía europea.
Blair quedará apartado de las decisiones respecto al euro, pero no perderá la ocasión de dar lecciones a sus colegas europeos en tomo a su visión sobre política laboral.