Salima Ghezali: "El Ejército argelino utiliza 'escuadrones de la muerte"
La periodista argelina Salima Ghezali, que recibió el miércoles el premío Sajarov del Parlamento Europeo por la valentía de sus críticas hacia el régimen de Liamín Zerual en el diario La Nation, cree que el Ejército argelino utiliza escuadrones de la muerte, y pide una comisión internacional para investigar la responsabilidad de las matanzas.
"Estoy personalmente persuadida de que el Ejército argelino cuenta con escuadrones de la muerte similares a los latinoamericanos", dice Ghezali, quien añade que "sólo una comisión investigadora internacional podría establecer quién es respon...
La periodista argelina Salima Ghezali, que recibió el miércoles el premío Sajarov del Parlamento Europeo por la valentía de sus críticas hacia el régimen de Liamín Zerual en el diario La Nation, cree que el Ejército argelino utiliza escuadrones de la muerte, y pide una comisión internacional para investigar la responsabilidad de las matanzas.
"Estoy personalmente persuadida de que el Ejército argelino cuenta con escuadrones de la muerte similares a los latinoamericanos", dice Ghezali, quien añade que "sólo una comisión investigadora internacional podría establecer quién es responsable de las continuas matanzas". El diario que dirige Ghezali, La Nation, permanece cerrado por orden gubernativa. Ella mantiene una posición de diálogo e insiste en la negociación como única alternativa al despedazamiento del país."En La Nation nunca creímos que las elecciones presidenciales de 1995 fueran a aportar soluciones. Pero la elección de Liamín Zerual" reconoce Ghezali, "despertó una esperanza indudable en millones de personas. Esa esperanza ya ha muerto. Podemos plantearnos la cuestión de si la política adoptada desde 1992 [cuando se suspendieron las elecciones porque iba a ganarlas el Frente Islámico de Salvación] se encamina a acabar con la violencia, o a extenderla y hacerla más compleja. Yo creo", afirma, "que la segunda respuesta es la correcta". "Creo que el poder ha optado por gestionar el caos".
Argelia permanece encallada entre matanzas. "Esa imagen de bloqueo, de conflicto horroroso e incomprensible, que se proyecta hacia el exterior, favorece al poder", explica. Las fotografías de mujeres y niños degollados circulan por la prensa internacional sin que se sepa jamás con certeza quiénes son los culpables, ni por qué. "Ni al poder ni a los terroristas islámicos les interesa que se sepa la verdad, porque las imágenes del horror les refuerzan", explica. "Unos pueden presentarse ante el mundo como la única barrera frente a la barbarie, y los otros como representantes del pueblo contra una represión salvaje". "La simple creación de una comisión investigadora internacional disiparía la sensación de impunidad de que disfrutan ambos bandos y contribuiría a reducir la violencia".
¿Quién tiene la llave para desbloquear la situación? Ghezali afirma: "el poder". Pero el poder representado por el presidente Zerual no es monolítico. La muerte en circunstancias extrañas de altos jefes militares y los rumores sobre un posible golpe de Estado que circularon el pasado verano parecen indicar que en el Ejército, columna vertebral del régimen, hay diferentes clanes. "El papel del Ejército es crucial. Los partidos serviles al poder, como Hamás o la Agrupación por la Cultura y la Democracia, harán lo que se les diga", opina. "Creo que el camino emprendido por el régimen de Zerual llevará, a medio plazo, al hundimiento del sistema. Si los generales mantienen su actual lógica", dice Ghezali, "pueden romper la sociedad como han roto el Estado. El 60% de la población tiene menos de 30 años y está casi enteramente en paro. La pauperización es brutal. Añadamos la represión y la amenaza terrorista y se comprende que en cualquier momento puede alzarse una oleada de disturbios generalizados que acabe con todo. Creo que el régimen es consciente de ese peligro, que hasta ahora sólo el miedo ha permitido evitar. Pero a veces la ira y la desesperanza son más fuertes que el miedo" indica Ghezali. "Si esa crisis general se produjera, el escenario sería catastrófico: se romperían todas las estructuras".
Solución única
La única solución, por tanto, radica en "presionar al poder para que negocie. ¿Qué es eso de que no se habla con terroristas? Hace 40 años, durante la guerra de independencia, todos los argelinos éramos terroristas. Yo sé que repugna hablar con quien tiene las manos manchadas de sangre, y aún más la posibilidad de dejar impunes los crímenes de uno y otro lado. Pero hay que negociar. Hay que recuperar", prosigue, "la libertad de expresión, el diálogo, la negociación. Y eso sólo puede hacerse desde el poder, incluso encabezado por Zerual. Estoy segura de que puede llegarse a esa salida si el régimen argelino sufre la necesaria presión internacional.