EE UU no consigue que Netanyahu acelere la retirada de los territorios ocupados

La secretaria de Estado, Madeleine Albright, apremió ayer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que dé una mayor velocidad al calendario de retirada de tropas de los territorios ocupados. Netanyahu, que trató de reparar la crisis en sus relaciones con EE UU, señaló que si los palestinos "cumplen sus obligaciones" en materia de seguridad habrá una retirada parcial de los territorios dentro de cinco meses. Albright se reunirá hoy en Ginebra con Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, para aconsejarle que estudie seriamente la oferta de Netanyahu.

La minigira eur...

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La secretaria de Estado, Madeleine Albright, apremió ayer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que dé una mayor velocidad al calendario de retirada de tropas de los territorios ocupados. Netanyahu, que trató de reparar la crisis en sus relaciones con EE UU, señaló que si los palestinos "cumplen sus obligaciones" en materia de seguridad habrá una retirada parcial de los territorios dentro de cinco meses. Albright se reunirá hoy en Ginebra con Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, para aconsejarle que estudie seriamente la oferta de Netanyahu.

La minigira europea del primer ministro de Israel, que hoy continuará en París con una entrevista con el presidente francés, Jacques Chirac, no arroja resultados concretos. Los encuentros con el canciller alemán, Helmut Kohl, y el primer ministro francés, Lionel Jospin, han servido, según el líder israelí, para explicarle a Europa "que es muy importante que adopte una posición mesurada, equilibrada", ya que si se inclina "automáticamente en favor de los palestinos, ello provoca una radicalización de sus reivindicaciones".Después de entrevistarse durante 80 minutos con Jospin, Netanyahu se reunió durante tres horas con Madeleine Albright, secretaria de Estado norteamericana, en el hotel Bristol para exponerle "sus ideas" sobre cómo reimpulsar el proceso de paz. Albright dijo que "el tiempo apremia" a las partes en conflicto y que hay que adoptar "decisiones valientes" en favor de la paz. "Las dos partes deben empujar en la misma dirección y comprender que el tiempo es esencial, advirtió.

Las líneas generales de la propuesta israelí pasan por "ofrecer cinco meses a los palestinos para cumplir con sus obligaciones, especialmente en materia, de seguridad", recalcó Netanyahu, "garantizando que ninguno de los territorios que les serán entregados pueda convertirse en una base para los terroristas". A cambio, Israel se comprometería "por anticipado a precisar cuáles serían los territorios que proponemos en este intercambio".

Albright tiene previsto encontrarse hoy en Ginebra con Yasir Arafat -"le deseo buena salud y una larga vida", dijo Netanyahu- para aconsejarle que no eche en saco roto la propuesta del primer ministro israelí: "Nosotros la tomamos en serio y él también debería hacerlo".

La gira del dirigente conservador israelí es fruto de su propia iniciativa y parece haber querido buscar, ante las cada vez mayores reticencias de EE UU, un aliado en la diversidad europea. En cualquier caso, sus propuestas son demasiado imprecisas como para generar una adhesión explícita, detalle que ha reconocido el propio Netanyahu al decir que "sin duda harán falta varias semanas" antes de que el Gobierno israelí esté en disposición de concretar su oferta. "Si me preguntan si estos encuentros han servido para distender la atmósfera les contestaré que sí, pero si quieren saber si he desvelado mis planes secretos entonces les responderé que no", dijo.

Para referirse a las diferencias entre su política y las exigencias de EE UU, Netanyahu optó por un tono casi lírico: "El oleaje no afecta en nada la profundidad del océano de intereses. Los vínculos entre EE UU e Israel tienen esa profundidad".

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Los límites de esta difusa reactivación de la política de territorios por paz los formuló, en voz alta, hace muy poco días y ante los representantes de la comunidad judía en Francia, Lionel Jospin al exponer que "no es posible pedirle a la Autoridad Palestina que dé muestras de su buena voluntad, que inicie acciones contra el terrorismo si antes no se le proporcionan razones que le permitan esperar en una reanudación efectiva del proceso de paz".

Jospin, que ayer no compartió micrófono con Netanyahu a la salida de un desayuno en el palacio de Matignon, sede de la presidencia del Gobierno, se limitó a decir que las negociaciones sólo pueden progresar "si se les devuelven a los palestinos los territorios tal y como estipula el acuerdo de Oslo". Para Jospin "sólo los hechos nos permitirán juzgar si las cosas van por buen camino".

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