Los inspectores de Naciones Unidas reanudan su trabajo en Irak después de tres semanas

Los técnicos de desarme de la ONU efectuaron ayer sus primeras inspecciones en Irak tras un paréntesis de tres semanas que se inició el 29 de octubre, cuando Sadam Husein decidió expulsar del país a los especialistas estadounidenses alegando que eran espías. Mientras, el régimen de Bagdad trata de consolidar las relaciones con sus hermanos árabes acercándose a países como Siria, Egipto y Jordania, con los que hasta ahora ha tenido diversos problemas.

Seis equipos de desarme de la ONU, en los que participaban cuatro técnicos de nacionalidad norteamericana, salieron ayer por la mañana...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los técnicos de desarme de la ONU efectuaron ayer sus primeras inspecciones en Irak tras un paréntesis de tres semanas que se inició el 29 de octubre, cuando Sadam Husein decidió expulsar del país a los especialistas estadounidenses alegando que eran espías. Mientras, el régimen de Bagdad trata de consolidar las relaciones con sus hermanos árabes acercándose a países como Siria, Egipto y Jordania, con los que hasta ahora ha tenido diversos problemas.

Seis equipos de desarme de la ONU, en los que participaban cuatro técnicos de nacionalidad norteamericana, salieron ayer por la mañana a las calles de Bagdad para dirigirse a ocho enclaves estratégicos y comprobar si en ellos había rastros de fabricación o manipulación de armas biológicas o de destrucción masiva, prohibidas por Naciones Unidas.La salida de los equipos de desarme de su cuartel general, el hotel Canal House, se llevó a cabo entre una nube de periodistas, que desde hacía horas permanecían a las puertas del establecimiento con la esperanza de poder difundir a todo el mundo el testimonio directo de que los trabajos de inspección se habían finalmente reanudado y se había puesto punto final a una larga crisis.

Los servicios de seguridad de la ONU y el Ejército iraquí impidieron el contacto de la prensa con los técnicos, quienes además tras su retorno a Bagdad se han encerrado en un hermético silencio. Horas más tarde, sin embargo, el jefe de la misión, el general de nacionalidad sueca Nills Carlstrom, afirmaría lacónicamente que todo había ido bien y que las inspecciones se habían reanudado sin ningún problema.

"Irak no está en disposición ni tiene capacidad suficiente para fabricar armas biológicas o de destrucción masiva", aseguraba ayer por su parte un portavoz de la Comisión Nacional de Vigilancia, la plataforma del régimen de Bagdad encargada de tutelar los trabajos de los técnicos de Naciones Unidas.

Con estas declaraciones el Gobierno de Sadam Husein trataba de desmentir las afirmaciones efectuadas horas antes por un portavoz del equipo de la ONU según el cual Irak podría haber aprovechado este paréntesis para fabricar, manipular o almacenar gas mostaza o VX. El portavoz del Gobierno iraquí, en un intento más de desautorizar estas afirmaciones, añadió que se trataba de mentiras urdidas por la CIA, que había intoxicado a los técnicos norteamericanos.

[Irak expresó también su preocupación por la concentración de fuerzas militares de Estados Unidos en el golfo Pérsico, informa Reuters. "Condenamos la creciente concentración de tropas contra Irak. Creemos que es muy peligroso... Los iraquíes permanecen en alerta ante las amenazas de Estados Unidos", declaró en Bagdad el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Said al Sahaf.]

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Mientras, la diplomacia iraquí, una vez más en manos del viceprimer ministro, Tarek Aziz, se ha lanzado a una ofensíva. Trata por todos los medios de consolidar las relaciones y el apoyo demostrado por los países árabes durante las últimas Semanas, cuando unánímemente decidieron oponerse a la Casa Blanca impidiendo una solución militar y reclamando una salida negociada a la crisis.

Ayer le tocó el turno a Siria, donde Aziz llegó a primera hora de la mañana para entrevistarse con el vicepresidente y el ministro de Asuntos Exteriores. Se reanudaban así unas relaciones interrumpidas hace más de 17 años y que se agravaron hace seis cuando Damasco decidió dar su apoyo militar a la coalición liderada por las fuerzas occidentales.

"No hay contenciosos importantes con Siria afirmó Aziz tratando de limar asperezas y rentabilizar el apoyo que el régimen de Damasco dio a Irak hace pocos días. El pasado viernes, el propio Aziz diseñó una maniobra idéntica en Egipto, con el que Irak rompió relaciones diplomáticas hace siete años. El emísario iraquí dejó sentadas en El Cairo las bases imprescindibles para un restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el régimen de Hosni Mubarak. Desde Damasco, Aziz se trasladó a Jordania con un objetivo similar.[La comisión especial encargada del desarme de Irak recomendó ayer que se amplíe la "naturaleza multinacional de los equipos de inspección", que según Bagdad incluyen a demasiados estadounidenses, informa Reuters. La idea es aumentar el número de inspectores -aunque la comisión no precisó en cuántos- para que disminuya la participación porcentual de norteamericanos sin variar su número absoluto.

Además, el presidente ruso, Borís Yeltsin, pidió ayer a Bill Clinton que se acelere el trabajo de los inspectores "para normalizar la situación en torno a Irak", informa France Presse. Pero Clinton rechazó estos argumentos y dijo que la ONU "tiene que hacer más" para asegurarse de que Bagdad no posee armas de destrucción masiva].

Archivado En