Flaco favor
El presidente de la Xunta de Galicia se ha soltado el pelo tras ganar de nuevo las elecciones autonómicas en su comunidad, y después de lo oído en esta legislatura del Gobierno del PP, acaba de meter un gol más en la portería, como ya lo hiciera el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, a propósito de la celebración de la mayoría de edad de la Constitución Española. Resulta incomprensible, después de la larga trayectoria política y personal de don Manuel Fraga, que se permita el lujo de hacer referencias como la que hizo el otro día, al fijar su atención en el escote de ...
El presidente de la Xunta de Galicia se ha soltado el pelo tras ganar de nuevo las elecciones autonómicas en su comunidad, y después de lo oído en esta legislatura del Gobierno del PP, acaba de meter un gol más en la portería, como ya lo hiciera el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, a propósito de la celebración de la mayoría de edad de la Constitución Española. Resulta incomprensible, después de la larga trayectoria política y personal de don Manuel Fraga, que se permita el lujo de hacer referencias como la que hizo el otro día, al fijar su atención en el escote de la diputada socialista Clementina Díez, en el acalorado debate mantenido entre la ministra de Educación y Cultura y el Grupo Socialista en el Congreso.Señor Fraga, afortunadamente, la vida social, política y cultural de este país ya se construye con el esfuerzo por igual de hombres y mujeres, y, aunque usted aún no lo haya comprendido, ya no necesitamos carta de presentación. Atrás quedaron aquellos tiempos, no muy lejanos, en los que gustaba exhibir a las mujeres en los salones de sociedad, como ya nos recordó en su día su compañero Miguel Ángel Rodríguez.
Y en este ejercicio de memoria evocaba yo el encuentro que las mujeres mantuvimos, no hace mucho, en esa bella ciudad que es Santiago de Compostela, en donde celebramos la IV Conferencia Sectorial de las Mujeres, y a donde fuimos a discutir temas serios y que nos atañen especialmente a los que tenemos responsabilidades políticas.
Está claro que, a pesar de los esfuerzos de las propias mujeres del PP por abanderar la "revolución del sexo femenino", que ya empezó hace mucho, sus varones les están haciendo un flaco favor dialéctico.-