Dos cohetes perforaron el año pasado la capa de ozono

Dos cohetes estadounidenses que fueron lanzados al espacio en 1996 (uno el 12 de mayo y otro el 20 de diciembre) hicieron dos agujeros de cuatro a ocho kilómetros de diámetro en la capa de ozono. Es la primera vez que se ha logrado medir directamente este efecto de los lanzadores especiales, predicho pero nunca constatado hasta ahora con tal precisión. Han sido investigadores estadounidenses, de Aerospace Corporation (California, EE UU) los autores de este trabajo, que se da hoy a conocer en la revista científica Nature.Los dos cohetes, del modelo Titan IV, salieron de la base de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dos cohetes estadounidenses que fueron lanzados al espacio en 1996 (uno el 12 de mayo y otro el 20 de diciembre) hicieron dos agujeros de cuatro a ocho kilómetros de diámetro en la capa de ozono. Es la primera vez que se ha logrado medir directamente este efecto de los lanzadores especiales, predicho pero nunca constatado hasta ahora con tal precisión. Han sido investigadores estadounidenses, de Aerospace Corporation (California, EE UU) los autores de este trabajo, que se da hoy a conocer en la revista científica Nature.Los dos cohetes, del modelo Titan IV, salieron de la base de Vandenberg. Tras el lanzamiento se registraron en la estratosfera los agujeros, con valores de la concentración de ozono próximos al cero. Duraron unos 30 minutos y luego las concentraciones volvieron a los valores ambientales normales. Las mediciones se hicieron con sensores a bordo de aviones que cruzaron las estelas de los cohetes a diferentes alturas. Los Titan IV son propulsados por combustible sólido, cuyos gases de escape con compuestos de cloro que destruyen moléculas de ozono.

Los investigadores, dirigidos por Martin Ross, concluyen que estos cohetes tienen un efecto local y no global, pero afirman: "Aunque las emisiones de estos cohetes representan una fracción pequeña del impacto antropogénico total en la química estratosférica, la prudencia exige una evaluación precisa de ese impacto, particularmente en el ozono estratosférico".

También lleva propulsores de combustible sólido el sistema del transbordador espacial, en combinación con los motores de combustible líquido (hidrógeno y oxígeno), pero hasta ahora no se ha logrado medir su impacto en la capa de ozono.

Archivado En