Los trabajadores del Arny exculpan al ex juez de menores Rico Lara

Aseguran también que nunca vieron en el local al cantante Jesús Vázquez

Los camareros y vigilantes del pub Arny de Sevilla negaron ayer haber visto jamás por el local ni al ex juez de menores Manuel Rico Lara ni al cantante Jesús Vázquez. "Cada vez estoy más tranquilo", dijo ayer éste último.La sesión de ayer en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla se dedicó a los interrogatorios del segundo escalón de responsables del bar: los supuestos vigilantes: el policía Miguel Rivera Agudo, el guardia civil José Márquez Márquez, el ciudadano marroquí Riduhan Hallaga y el camarero Antonio Ortiz, más conocido como tiburón blanco.

El guardia, conocid...

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Los camareros y vigilantes del pub Arny de Sevilla negaron ayer haber visto jamás por el local ni al ex juez de menores Manuel Rico Lara ni al cantante Jesús Vázquez. "Cada vez estoy más tranquilo", dijo ayer éste último.La sesión de ayer en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla se dedicó a los interrogatorios del segundo escalón de responsables del bar: los supuestos vigilantes: el policía Miguel Rivera Agudo, el guardia civil José Márquez Márquez, el ciudadano marroquí Riduhan Hallaga y el camarero Antonio Ortiz, más conocido como tiburón blanco.

El guardia, conocido durante las investigaciones como el somatén, aseguró que la acusación del fiscal, que pide seis años de cárcel para él, de que vigilaba la puerta, es falsa. Sostuvo ante el tribunal que allí acudía por dos motivos: para cobrar el importe de dos máquinas de pistachos que había vendido a Carlos Saldalña y para que éste le pagara el sueldo a su mujer, que trabajaba en un supermercado propiedad ,también del dueño del Arny.Como no trabajaba en el bar, según dijo, ni vio menores ni reconoció a cliente alguno.

En la misma línea se situó Carlos González Fernández que dijo que sí trabajó para el propietario del establecimiento, pero en la calle. Su misión era, aseguró, patrullar desde un coche para evitar "ataques de grupos de skin head, trabajo por el que tenía que haber cobrado 5.000 pesetas diarias que nunca le fueron pagadas, según su testimonio.

Los abogados aseguraron que el principal acusado fue descrito por sus empleados como "un deudor compulsivo, porque no pagaba absolutamente a nadie". El que sí reconoció que iba al bar fue el policía Rivera Agudo, "pero para tomar copas", debido a que él y Saldaña eran amigos. Y cuando estuvo dentro del pub no vio ni famosos ni menores.

Saldaña abundó en su estrategia de que todo el caso parte de un compló policial y dijo: "Estamos muy cerquita del delito provocado porque resulta que había hasta confidentes de la policía, chavales que entraban en los reservados con confidentes, y lo he descubierto en las propias declaraciones de chavales".

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