Un ministro de Blair pide excusas al líder conservador tras llamarle "feto"
La indignación tory obligó ayer a un ministro del Gobierno laborista de Tony Blair a pedir excusas por llamar al líder del Partido Conservador, William Hague, un feto".En un episodio que desvió la atención política de los británicos desde la convención laborista de Brighton hasta la peor metedura de pata del Gobierno laborista de Tony Blair, los tories reaccionaron con furia afirmando que la cuestión del aborto no puede ser jamás una broma.
El ministro de Deportes, Tony Banks, provocó una batalla verbal y conmoción general cuando en un discurso en Brighton dijo que los...
La indignación tory obligó ayer a un ministro del Gobierno laborista de Tony Blair a pedir excusas por llamar al líder del Partido Conservador, William Hague, un feto".En un episodio que desvió la atención política de los británicos desde la convención laborista de Brighton hasta la peor metedura de pata del Gobierno laborista de Tony Blair, los tories reaccionaron con furia afirmando que la cuestión del aborto no puede ser jamás una broma.
El ministro de Deportes, Tony Banks, provocó una batalla verbal y conmoción general cuando en un discurso en Brighton dijo que los tories "han elegido a un feto como su líder". Carcajadas laboristas le alentaron a explicar el chiste. "Estoy seguro que, hay un montón de parlamentarios tories que hoy se estarán arrepintiendo por haber votado contra el aborto...", dijo.
Sorpresas inoportunas
No es la primera vez que Tony Banks se va de la lengua. El ministro de Deportes es un personaje con una gran capacidad de sorpresa, que le hace popular en los diarios. Hace un mes tuvo que abandonar el estadio de Wembley ante la silbatina de 75.000 aficionados que acababan de leer en una revista que el ministro de Deportes del nuevo laborismo no tiene confianza alguna en las posibilidades de la selección del fútbol nacional. Banks se disculpó. Pero la hinchada todavía no le ha perdonado. Poco antes, durante su jura como ministro en el Parlamento, los fotógrafos le cazaron con los dedos cruzados.
Los tories parecían anoche parcialmente satisfechos con las veloces y profusas excusas de Banks. "Han sido palabras sin gusto alguno, escapadas de la lengua, reconozco haber ofendido y pido disculpas", dijo el ministro de Deportes. Un portavoz del Partido Conservador, calificando el insulto como "una declaración totalmente carente de gusto", dijo que semejantes palabras contradicen la política laborista burlándose del concepto de la familia tan puesto de relieve por Blair.