EL DIFÍCIL CAMINO DE LA PAZ

Netanyahu quiere seguir el diálogo sin renunciar a los asentamientos

Israel no congelará la construcción de asentamientos judíos en zonas árabes, anunció ayer en Jerusalén el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Estas declaraciones suponen un disparo en la línea de flotación de los acuerdos alcanzados horas antes en Nueva York por el ministro de Exteriores israelí, David Levy, y el representante palestino, Abú Mazen, en los que pactaron reabrir las negociaciones de paz el próximo 6 de octubre.

"Construimos colonias para acompañar el crecimiento natural de la población. Yo no tengo ninguna intención de modificar nuestra política", aseguró ayer sol...

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Israel no congelará la construcción de asentamientos judíos en zonas árabes, anunció ayer en Jerusalén el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Estas declaraciones suponen un disparo en la línea de flotación de los acuerdos alcanzados horas antes en Nueva York por el ministro de Exteriores israelí, David Levy, y el representante palestino, Abú Mazen, en los que pactaron reabrir las negociaciones de paz el próximo 6 de octubre.

"Construimos colonias para acompañar el crecimiento natural de la población. Yo no tengo ninguna intención de modificar nuestra política", aseguró ayer solemnemente el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una conferencia de prensa celebrada ayer en Jerusalén.Las manifestaciones del responsable del Ejecutivo eran una respuesta y una corrección al acuerdo de principio pactado ocho horas antes en Nueva York entre el ministro de Exteriores israelí, David Levy, y el segundo de la Autoridad Palestina (AP) y encargado de las relaciones internacionales, Abú Mazen, en el que ambas partes se comprometen a reanudar las negociaciones del proceso de paz en una nueva cumbre que tendrá lugar el 6 y 13 de octubre.

Los términos de este pacto, difundido por la anfitriona de la reunión, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, establecen que las autoridades palestinas continuarán luchando contra el extremismo islámico (con detenciones de miembros de Hamás, como en el viernes pasado), supuesto responsable de los dos últimos atentados cometidos en Jerusalén, que se saldaron con más de una veintena de muertos. Por su parte, Israel se compromete al menos a "no tomar decisiones unilaterales" -es decir, no construir nuevos asentamientos- "por un tiempo determinado". Este equilibrio está ahora en peligro.

Atasco en el proceso de paz

Lo está porque antes de que pudiera concretarse el acuerdo, Netanyahu irrumpió en la escena política intempestivamente con el objetivo de dejar las cosas como estaban antes de la reunión de Nueva York, complicando así cualquier avance en las futuras negociaciones de paz. Eso es, al menos, lo que se desprende de las primeras reacciones palestinas, que han asegurado que "no habrá negociación si no hay congelación de los asentamientos". Las posiciones de fondo no se han movido un ápice.

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Las declaraciones de Netanyahu podrían colocar de nuevo el proceso de paz en un callejón sin salida como ha pasado durante estos seis meses en que los palestinos se han negado a sentarse a la mesa de negociaciones para protestar por la construcción del asentamiento de Har Jomá, en Jerusalén oriental.

Los propósitos expansionistas de Netanyahu colocan también entre interrogantes el futuro e inminente acuerdo de una retirada militar escalonada de las tropas israelíes de los territorios palestinos de Cisjordania prevista en los pactos de Oslo. Según aseguró ayer el ministro israelí de Exteriores, David Levy, a su llegada al aeropuerto de Tel Aviv procedente de Nueva York, es inminente un acuerdo sobre este punto, que podría quedar cerrado antes de nueve meses.

Los movimientos religiosos ultraortodoxos, que dan a Netanyahu la mayoría en el Parlamento, han recibido con entusiasmo las declaraciones del primer ministro.

Sin embargo, los movimientos pacifistas, en especial Paz Ahora, que dirige Mossi Raz, lanzaron ayer una dura crítica contra los propósitos del primer ministro, asegurando que éste había falsificado la realidad, ya que en ningún caso la construcción de nuevas viviendas obedece a una presión demográfica, ya que una gran parte de ellas se encuentran vacías, sino que tienen una intencionalidad política, la de hacer muy difícil cualquier devolución global de Cisjordania.

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